Prendho UTPL destaca entre las incubadoras del mundo

Prendho, se destaca por ser una incubadora de negocios, que genera formación para emprendedores cuyas ideas se relacionan con la tecnología, utilizando un sistema de capacitación que parte del orientar la concepción de una idea, su evolución y maduración, hasta lograr posicionamiento y comercialización en el mercado. Así también se reconoce su trayectoria pues, durante los últimos años, las estadísticas registran 1200 emprendedores, que a la vez permiten la  creación de alrededor de 1500 empleos.  

Para Marco Vega, director de Prendho, lograr este reconocimiento permite resaltar la labor que se ha realizado en estos últimos cuatro años, al tiempo que permite impulsar y posicionar con mayor incidencia el programa de incubación denominado Incubiti. De esta manera será posible ampliar el espectro de emprendedores asistidos y capacitados y, por ende, un mayor número de ideas consolidadas y con oportunidad de posicionamiento y crecimiento, además de fortalecer el ecosistema empresarial y tecnológico, y el sistema productivo del país. 

Este último argumento se ratifica porque desde Prendho se ha logrado vincular emprendimientos de base digital o startups que, al cumplir su proceso de incubación, lograron generar 15,2 millones de dólares y así contribuir al sistema económico del país. El reconocimiento destaca la transcendencia de la incubadora al contar con aliados dentro y fuera del país, y con un grupo selecto de mentores que acompaña las iniciativas, lo que ha permitido impartir una serie de talleres con temáticas de interés para quienes tienen la oportunidad de emprender. 

Es importante señalar que, para la selección de las incubadoras y la asignación de un lugar en este ranking, la UBI Global World Benchmark Study incluyó a 1895 organizaciones, de las cuales 109 completaron su evaluación comparativa, incluyendo a Prendho, centro para el que el reconocimiento significa un valor excepcional frente a los startups, pero también para el ecosistema empresarial del que son parte.

Gracias a este reconocimiento se reafirma el compromiso de atención a las nuevas ideas que van surgiendo, sobre todo considerando el momento generacional actual, en el cual el emprendimiento es una alternativa frente a la falta de fuentes de trabajo y en el que existe una alta demanda de la tecnología que es parte de nuestras vidas. Por eso se da la oportunidad de crear valiosas ideas de negocio que, con la correcta asesoría, puede destacar, despuntar y posicionarse.

ESTE CONTENIDO ES PARTE DE…

El origen

Un breve recorrido por el origen de la Tierra

Hace aproximadamente 15 billones de años, cuando solo existía radiación y partículas distribuidas uniformemente, las cuales conformaban la materia original, en un espacio estrecho se concentró radiación y partículas que provocaron una gran explosión, conocida como Big Bang, que hizo que se libere una cantidad de energía cercana a los mil billones de grados centígrados (Medina, 2001), esta es la hipótesis más aceptada científicamente sobre el origen del universo.

Después, el universo se enfrió y permitió la formación de partículas subatómicas que originaron los átomos. Las nubes gigantescas de estos elementos se unieron más adelante a causa de la gravedad para dar paso a la formación de estrellas y galaxias. Hace unos 4.500 millones de años, a partir de una nube de gas y polvo, se formó el Sol. Por efecto de gravedad empezó a girar, dando origen a lo que hoy conocemos como sistema solar. El resto de materia libre, como polvo, elementos, materiales pesados y rocosos se unieron para formar los planetas más pesados.

En el caso de la Tierra, primero se formó el núcleo con los materiales más pesados, y los livianos ascendieron para formar la corteza. En este periodo de formación también se originó el campo magnético de la Tierra, el cual la protege del viento solar. El planeta Tierra está ubicado a una distancia idónea del Sol, permitiendo así que albergue vida, donde su principal característica es la presencia de agua líquida y de gases de efecto invernadero que le permitieron obtener una temperatura óptima para la vida (Pianzola, 2014).

¿Cuáles fueron las moléculas que dieron inicio a lo que hoy conocemos?

Los científicos no saben exactamente cómo evolucionó el Universo después del Big Bang, pero muchos consideran que, con el tiempo, y a medida que la materia se enfrió, comenzaron a formarse tipos más diversos de átomos, que eventualmente se condensaron en las estrellas y galaxias de nuestro universo actual (National Geographic, 2021). Pero las primeras moléculas orgánicas posiblemente fueron más simples, basadas en carbono. Estas se unieron a otras simples para formar moléculas más complejas y estables, las cuales fueron capaces de dirigir su propia replicación y luego fueron encapsuladas, y así surgieron las primeras células, proceso que ocurrió en millones de años.

La formación de la cordillera de los Andes

La cordillera de los Andes es la cadena montañosa más larga de la Tierra, con ± 8.000 km. de longitud. Constituye una de las formaciones más extensas y altas de la Tierra (Sánchez, 2008) y atraviesa siete países: Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Perú y parte de Venezuela (FAO, 2014). La formación de la cordillera empezó hace 40 millones de años cuando la placa tectónica de Nazca se deslizó contra el continente sudamericano y se hundió bajo él por un proceso de subducción. Pero fue recién en el Mioceno, hace unos 10 millones de años, que la cordillera andina empezó a tomar forma y diferentes macizos se conectaron entre sí. En la cadena andina se puede distinguir los Andes del norte, los centrales y los del sur.

En el Plioceno, época geológica con una antigüedad de 5 a 2.5 millones de años, la cordillera se levantó hasta la altitud en la que se encuentra actualmente, y es también en este intervalo de tiempo, que se constituyeron los páramos y el bosque andino (Morales-Betancourt y Estévez-Varón, 2006). En Ecuador, la cordillera de los Andes tiene una extensión de 800 km, y entre 100 y 200 km. de ancho, y los páramos ocupan las partes más altas en la porción tropical de la cordillera.

¿Por qué no hay volcanes al sur del Ecuador?

Actualmente se ha contabilizado 84 volcanes en Ecuador continental: tres en proceso de erupción, 20 entre activos y potencialmente activos y 61 considerados extintos o dormidos (Bernard y Andrade, 2011). En la parte norte y central del país, donde existen numerosos picos volcánicos que llegan hasta los 6.300 m s.n.m., son característicos los suelos de cenizas volcánicas, mientras que al sur de Ecuador las montañas escasamente alcanzan los 4.000 m s.n.m. ya que allí los suelos no están sobre depósitos volcánicos (Mena et al., 2011).

En los Andes del sur, a partir de Riobamba, no se presentan volcanes activos debido al hundimiento de parte de la litosfera oceánica producto de la subducción, la cual no permite la formación de magmas y por ende de volcanes. Varios estudios geológicos demuestran la posible existencia de volcanes en Azuay, pero cualquier actividad volcánica cesó hace al menos un millón de años. Desde entonces, las condiciones internas que favorecen la formación de magma han cambiado (IGM, 2022).

¿Y cómo apareció del agua en la tierra?

Existen varias teorías sobre el origen del agua en el planeta. La primera es el origen extraterrestre, según la cual hace 4.000 millones de años, aproximadamente, la Tierra sufrió el impacto de los restos de la formación de nuestro sistema solar por lluvia de meteoritos. Dentro de cada meteorito se asume que se encontraban cristales parecidos a granos de sal, donde había diminutas gotas de agua. El bombardeo de millones de ellos por 20 millones de años formó piscinas de agua que se embalsaron sobre terreno sólido (Díaz, 2015). La segunda teoría es el origen terrestre, debido a que la molécula de agua es químicamente formada por tres unidades, y se puede asumir que fueron de las primeras moléculas en formarse en el planeta. Con base en el estudio de cristales de circón se ha podido inferir que el agua líquida existe desde al menos hace 4 400 millones de años, poco después de la formación de la Tierra (Marín, 2021).

El páramo

En tiempo evolutivo, los páramos andinos son de reciente creación, de origen glacial natural, y están asociados al periodo de levantamiento de los Andes hace aproximadamente cinco millones de años. En Ecuador los páramos cubren 1.337.119 hectáreas, que representan un 5% del territorio (Hofstede et al., 2014) y se distribuye en 15 provincias, donde sus cotas se ubican entre los 3.200 y los 4.700 m s.n.m., alcanzando el límite inferior del piso glaciar o gélido (Camacho, 2013). Además, las erupciones de los más de 80 volcanes presentes en los Andes del Ecuador (cinco de ellos aún activos), fueron y han sido claves en la formación de los suelos del páramo en la parte norte del país, a partir de los grandes volúmenes de ceniza arrojados por estos volcanes durante sus procesos eruptivos (Podwojewski y Poulenard, 2000).

La vegetación del páramo

El páramo tiene una distribución discontinua y está formado por una serie de islas de vegetación paramera (Llambí et al., 2012). En general, las plantas de los páramos presentan adaptaciones que les permiten soportar bajas temperaturas, sobre todo en la noche; alta radiación en el día; baja disponibilidad de nutrientes del suelo y algunas épocas de sequía. La vegetación está dominada por gramíneas, hierbas, arbustos y rosetas gigantes (frailejones) que se distribuyen solo al norte del país.
Tanto en el norte como en el sur predominan rosetas gigantes del género Puya y gramíneas como la paja (Stipa ichu), de lo cual deriva su denominación de “pajonal”. También se puede encontrar otras formas como la “arosetada” y la “almohadilla”, como se las conoce comúnmente, ya que son típicas de la zona y se adaptan a la altura y adoptan funciones de almacenamiento de agua en grandes cantidades.

Otro representante es el musgo del género Sphagnum que se presenta como un reservorio capaz de retener en sus tejidos hasta 40 veces su peso seco con agua (Camacho, 2013). El páramo ecuatoriano está constituido por aproximadamente 1.524 especies de plantas (Minga et al., 2016). Cerca de 60% de las plantas del páramo son endémicas, lo que quiere decir que solo habitan en dicho lugar (Llambí et al., 2012).

ESTE TEXTO ES PARTE DE…

El lugar donde todo comienza

¿CÓMO SE FORMARON LOS PÁRAMOS?

Hace miles de años, cuando la Tierra se enfrió, los páramos se cubrieron de hielo, posteriormente, el clima cambió y se produjo un aumento de temperatura, haciendo que el hielo se derrita, dejando como resultado los actuales paisajes de páramo que conocemos (Vargas y Velasco, 2011). Durante el periodo Cuaternario, hace 2,4 millones de años, se presentaron muchos ciclos glacial-interglaciales. En los periodos interglaciales, el clima era parecido al actual. Durante los periodos glaciales, los glaciares bajaron hasta 3.000 m de altitud, incluso existen rasgos que evidencian en algunos casos un descenso de hasta 2.600 y 2.800 m.s.n.m., mientras que el límite bosque-páramo bajó localmente hasta 2.000 m.s.n.m. Este ritmo glacial-interglacial, permitió que se conectaran y separaran áreas de páramo que actualmente se encuentran separadas contribuyendo así al proceso de especiación (Van der Hammen y Cleef, 1986; Jorgensen y Ulloa, 1994 en Hofstede et al., 2014). La última era glaciar registrada hace 10.000 años ha determinado la formación de muchos valles glaciares a lo largo de la cordillera de los Andes y en especial, en las zonas que actualmente son páramos.

CICLO HIDROLÓGICO: ¿QUÉ HACEN LOS PÁRAMOS PARA CAPTAR EL AGUA?

El ciclo hidrológico es un proceso de transporte recirculatorio e indefinido o permanente, ya que este movimiento se da fundamentalmente por dos causas: la primera, es que el sol proporciona la energía para elevar el agua (evaporación) y la segunda, es que la gravedad terrestre, hace que el agua condensada descienda (precipitación) (Ordoñez, 2011). El páramo tiene la capacidad de regular el ciclo del agua, almacenarla y liberarla a lo largo del año hacia las partes media, y baja de una cuenca hidrográfica (Isch, 2012). La capacidad que tiene el páramo de captar y almacenar el agua que desciende hace que sus cuencas muestren un alto rendimiento hídrico entre el 60 y el 70%, superando por mucho a las cuencas que se encuentran en las zonas bajas (Llambí et al., 2012).

LOS SERVICIOS ECOSISTÉMICOS QUE NOS BRINDA EL PÁRAMO

Los servicios ecosistémicos que prestan los páramos benefician a las personas de forma directa o indirecta, estos se clasifican, según Hofstede (2011), en servicios ecosistémicos de:

1. Apoyo: Formación de suelo, ciclo de nutrientes, producción primaria (vegetación) y polinización.

2. Aprovisionamiento: Agua dulce, alimento, madera y fibra, plantas medicinales y minería de suelo (pero es considerado como un servicio no sustentable).

3. Regulación: Agua dulce, clima y protección contra enfermedades y plagas.

4. Culturales: Espiritualidad, identidad de la población y estético, recreativo, educación e investigación.

¿CÓMO LLEGA EL AGUA DEL PÁRAMO A OTROS LUGARES?

Los páramos andinos regulan los flujos hídricos y los nutrientes que descienden a los ecosistemas vecinos como el bosque andino (Vásquez y Buitrago, 2011), gracias a su gran capacidad para almacenar y regular el agua que reciben a través de las precipitaciones que generalmente son de frecuencia alta y de baja intensidad, y del descongelamiento de la nieve y hielo que se encuentran en zonas más altas (Llambí et al., 2012). Esta capacidad de captar agua ha sido posible gracias a la gran acumulación de materia orgánica y a la morfología de ciertas plantas de páramo. De esta producción de agua son beneficiados muchos ríos, los cuales proveen de este recurso vital a la población ecuatoriana (Chuncho y Chuncho, 2019). Por ejemplo, la ciudad de Quito posee una de las mejores aguas del país, con una calidad de 99,96%, gracias a los páramos que les proveen de este recurso hídrico (Montaño, 2021).

¿DE DÓNDE LLEGA EL AGUA QUE UTILIZAMOS?

La mayoría de los páramos ecuatorianos son húmedos, sobre ellos caen entre 600 y 4.000 mm de precipitación anual (Podwojewski y Poulenard, 2011). En Ecuador, por lo general, la parte central de la cordillera recibe más lluvias que la occidental, pero entre las dos, constituyen “verdaderas esponjas de agua, gracias a la gran capacidad de retención de agua de sus suelos, que supera el 200% de su propio peso seco”; por lo que son fundamentales para la regulación hídrica regional y constituyen una fuente de agua potable importante para el consumo humano, cumpliendo de esta manera una función hidrológica, como “fábricas” de agua” o “esponjas” para su almacenamiento (Camacho, 2013). Por ejemplo, el agua que llega hasta nuestros domicilios en la ciudad de Loja, proviene de las microcuencas de: Shucos, Jipiro, Mendieta, El Carmen, San Simón, Namanda, Mónica y Curitroje. Solo la microcuenca Curitroje abastece de agua a parte de la población de la ciudad de Loja, con un caudal medio mensual de 433.25 litros por segundo, del cual 48 l/s se captan y se tratan para la red de agua potable de Loja (Arteaga et al., 2016).

¡EL PÁRAMO DEBE SER PROTEGIDO!

El páramo como ecosistema encierra gran biodiversidad, es fuente de recursos naturales, desempeña importantes funciones ambientales, pero al mismo tiempo tiene una historia de relaciones, entre la naturaleza y los pueblos asentados en estos territorios o cerca de ellos. A pesar de la importancia de este ecosistema y su elevada fragilidad no existe un manejo adecuado, y sigue a la deriva la expansión de la frontera agrícola, pastoreo, quema, reforestación, minería, entre otras, que evidencia una presión de la población humana en su lucha por sobrevivir (Chuncho y Chuncho, 2019). El páramo no debe ser considerado únicamente como un ecosistema frágil, atendiendo a su vulnerabilidad y las permanentes amenazas antrópicas, sino que además tiene que considerarse también su carácter estratégico para la naturaleza, la sociedad y la economía nacional, dadas las irremplazables funciones ecológicas, biológicas, hidrológicas, sociales, culturales y económicas que tiene este agro-ecosistema (Camacho, 2013).

ESTE TEXTO ES PARTE DE…

Un mundo por conocer

INTERCAMBIO BIÓTICO AMERICANO

El páramo ha tenido sus propias dinámicas que obedecen a la historia natural, en la que han intervenido eventos catastróficos en la modificación y alteración del suelo, y los mecanismos de persistencia y recuperación de la biodiversidad. Los eventos más relevantes han sido los de tipo geológico como la deriva continental, tectónica de placas, levantamiento de cordilleras, actividad volcánica, ciclos glaciares interglaciares, y la conexión con el istmo de Panamá (franja alargada y estrecha de terreno), que unió a la parte norte con el sur del continente americano (Vásquez y Buitrago, 2011), todos estos factores han influido en el aislamiento de las páramos como islas biogeográficas que hoy en día se conocen (van der Hammen, 1992 en AguilarGaravito y Ramírez-Hernández, 2021).

ZONA BIODIVERSA EN CONDICIONES ADVERSAS

Los páramos presentan una gran estabilidad anual de temperaturas, pero elevada amplitud térmica diaria, debido a la altitud en la que se encuentran, la temperatura promedio está entre los 2 y 10 °C, la temperatura va desde el frío congelante en la noche, y calor durante el día con una alta radiación solar que fácilmente puede superar los 30 °C en pleno sol, la precipitación anual está entre los 600 a 4.000 mm (Podwojewski y Poulenard, 2011). Los páramos pueden ser húmedos con estaciones de lluvias poco marcadas, y también pueden presentar mucha humedad durante muchos meses. La baja presión atmosférica, vientos descantes, la perpendicularidad de los rayos del sol incide en altos valores de radiación e insolación (Serrano y Galárraga, 2015). A pesar de estar ubicados a más de 3.000 m de altitud y presentar varias limitantes para las diversas formas de vida, los páramos presentan una amplia biodiversidad, y mucha de ésta es única y otras se comparten con los ecosistemas cercanos (Mena-Vásconez, 2010).

VEGETACIÓN ÚNICA DEL PÁRAMO

La vegetación de los páramos se presume tiene dos fuentes: la primera (las más antigua) que evolución durante la elevación de la cordillera de los Andes, que era vegetación común en tierras bajas y que se adaptó paulatinamente a las alturas, y la segunda (la más moderna) que llegó del sur o del norte del continente, y que se adoptó por su capacidad de resistir al frío del invierno (Vásquez y Buitrago, 2011). Se estima que alrededor de 697 especies de plantas son endémicas en los páramos ecuatorianos (León-Yánez et al., 2011), que equivale aproximadamente al 15% de la flora endémica del país y el 4% del total de la flora (Hofstede et al., 2014). La vegetación de los páramos se caracteriza según Vásquez y Buitrago (2011), por:

– Un crecimiento lento, a causa de las bajas temperaturas, y los procesos de fotosíntesis y absorción de los nutrientes lentos.

– Dificultad de absorber los nutrientes debido a los cambios de temperatura diarios.

– Lenta descomposición de la materia orgánica, ya que los descomponedores trabajan despacio por el intenso frío.

– Hojas quemadas por los rayos ultravioletas que son intensos y llegan directamente.

– Baja producción primaria, debido a la baja disponibilidad de oxígeno y las bajas temperaturas, la descomposición es más lenta.

– Un proceso de sucesión lento, que es lo cambio de distribución de las plantas y organización en el tiempo y espacio luego de un proceso de perturbación.

ANIMALES CON DEMANDAS LIMITADAS Y EXCLUSIVAS

Se estima que la gran mayoría de especies como mamíferos y aves usan al páramo como un corredor o zona de transición para realizar sus actividades en otros ecosistemas como el bosque de montaña. Pero los animales propios del páramo presentan rasgos característicos que los convierte en especies únicas (Llambí et al., 2012). Para vivir en el páramo, las adaptaciones que presentan los animales son fisiológicas, anatómicas y de comportamiento. Según Vásquez y Buitrago (2011) las adaptaciones son:

– Metabolismo lento: funciones del organismo más lentos, para conservar el calor, tal como lo hacen los anfibios, aves y mamíferos.

– Alto nivel de oxígeno en la sangre: debido a que a mayor altitud menor es la cantidad de oxígeno, en este caso las aves y mamíferos se han adaptado para sobrevivir.

– Colores oscuros: para retener el calor y mantener la temperatura media de su cuerpo, usan esta estrategia los anfibios, reptiles, aves y mamíferos.

– Estructuras protectoras para el frío: la presencia de plumas, pelos, capas de grasas bajo la piel, pelaje denso, para retener el calor y protegerse de la radiación, en mamíferos y aves.

– Comportamientos: para mantener el calor, reciben el sol durante el día, y van a lugares abrigados en la noche, los insectos y reptiles lo practican.

FAUNA ÚNICA Y DESCONOCIDA

La diversidad de las especies está influenciada por el tamaño del páramo, la distancia de otros páramos y la humedad relativa del microclima (Hofstede, et al., 2003).

El grupo de las aves son los animales más diversos, entre las especies emblemáticas de todo el continente se encuentra el cóndor (Vultur gryphus), otra de las especies característica es el curiquingue, además gavilanes, gaviotas de altura, bandurrias, aves menores, y especies de aves migratorias. Entre los mamíferos que usan al páramo como hábitat transitorio, están el oso de anteojos (Tremarctos ornatus), la danta de montaña (Tapirus pinchaque) y el puma (Puma concolor), otros mamíferos presentes son conejos, gatos, lobos de páramo, ratones de campo, y murciélagos, muchas de estas especies habitan en el límite superior del bosque o en el subpáramo (Llambí et al., 2012; MenaVásconez et al., 2011). Los reptiles son escasos, en anfibios el 5,28 % de anfibios se encuentran en el páramo (Vázquez, 2011), en este grupo se encuentran ranas propias de altura, (Hofstede et al., 2014), y una de las especies recién descrita para la provincia de Loja Pristimantis lojanus (Székely et al., 2021). Con respecto a los peces está la preñadilla. Y entre los invertebrados los anélidos (Hofstede et al., 2014).

ALGUNAS RELACIONES SIMBIÓTICAS QUE OCURREN EN EL PÁRAMO

Los seres vivos se relacionan a través de la simbiosis que corresponde a la interacción entre dos o más organismos biológicos, o simbiontes, los cuales pueden o no ayudarse para sobrevivir (WWF, 2021). En el páramo al igual que en el resto de ecosistemas, existen organismos (productores primarios o autótrofos) que producen su propio alimento por medio de la síntesis de la energía lumínica (fotosíntesis), y organismos (consumidores o heterótrofos) que se alimentan de otros para obtener energía (Llambí et al., 2012). Las interacciones pueden ocurrir entre individuos de la misma especie o de diferentes especies. Algunas de las relaciones según Vásquez y Buitrago (2011), son:

– Protección: las plantas han creado mecanismos de defensa para evitar que los animales se las coman, por ejemplo, la producción de venenos, sabores fuertes, espinas, pelusas, etc.

– Refugio: muchos animales pequeños como artrópodos, y ranas encuentran un hogar en las plantas.

– Abrigo: la estructura de los musgos, hojarasca y hojas peludas sirven para proteger del frío a algunas ranas y lagartijas.

– Reproducción: Muchos animales que visitan a las plantas en busca de néctar, van llevando consigo el polen hacia otras flores de la misma especie para que ocurra la polinización.

– Alimentación: la producción de frutos dulces y nutritivos por parte de las plantas es un atrayente para aves y murciélagos, que ayudan a la dispersión de semillas (MoralesBetancourt y Estévez-Varón, 2006).

PÁRAMOS DEL SUR DEL ECUADOR

La zona sur del Ecuador se caracteriza por la diversidad climática, biológica y multiétnica, los ecosistemas son afectados por las variaciones del clima y por elementos topográficos, debido a que la cordillera de los Andes presenta una caída altitudinal extrema conocida como la Depresión de Huancabamba, la misma que es una barrera climática (Rollenbeck et al., 2011, en Samaniego-Rojas et al., 2015), haciendo esta sección de la cordillera más estrecha, intrincada y baja. En consecuencia, los páramos del sur a partir de línea Girón Paute, comienzan a menor altura por efecto de la montaña, desde este punto la cordillera es más angosta y más baja, esto ocasiona una comprensión de las masas de aire que suben, lo que provoca una condensación y enfriamiento más intenso y por ende la aparición más baja del páramo, y en la provincia de Loja, los páramos inician antes de los 3000 m.s.n.m. (Hofstede et al., 2003). El suelo de los páramos del sur no presenta una cobertura piroclástica debido a la ausencia de volcanes y las variaciones en las formaciones superficiales son perceptibles (Winckell y Zebrowski, 1997 en Podwojewski y Poulenard, 2011).

ALTERACIÓN DEL PÁRAMO POR LA INTERVENCIÓN HUMANA

Hay evidencias de que el páramo ha tenido una interacción con la sociedad desde el principio de la ocupación del continente por la especie humana desde hace 10.000 años. Debido a esta larga trayectoria de ocupación y el uso constante e intenso de muchas regiones de páramo en los últimos siglos, éste comienza a ser visto como un ecosistema en permanente interacción con la sociedad (socio-ecosistema) (Hofstede et al., 2014).

– Las practicas ganaderas desde tiempo de la colonia.

– El avance de la frontera agrícola en tierras de páramo.

– Quema de vegetación.

– Introducción de especies vegetales exóticas.

– Minería.

– Cacería de animales.

– Extracción de leña.

– Desarrollo de turismo mal planificado.

– Manejo de residuos sólidos.

ESTE TEXTO ES PARTE DE…

Cambio climático

FORMACIÓN DEL SUELO EN EL PÁRAMO

El páramo asegura el aprovechamiento de agua a la mayoría de la población de la sierra ecuatoriana (Mena-Vásconez et al., 2011). Este servicio se debe principalmente a la composición y estructura de los suelos del páramo, y para la formación del suelo, intervienen tres factores (Podwojwski y Poulenard, 2011):

1. Aunque en la mayor parte de los páramos del Ecuador el clima es común, este tiene consecuencias en la evolución del suelo, por medio de la temperatura y la humedad.

2. La diferenciación de suelos de los páramos se debe al tipo de roca madre presente en el país: roca madre de origen volcánico, ubicado al norte y roca madre de origen no volcánico, ubicado al sur (Mena-Vásconez et al., 2011).

3. La edad de los suelos, los suelos del sur del país no se desarrollan sobre roca madre volcánica y tienen una edad mayor que los suelos del norte que son más jóvenes. Llambí et al. (2012) incluyen otros factores que aportan a la formación del suelo del páramo: la vegetación y otros organismos, El relieve y la actividad de los animales excavadores.

EL SUELO DEL PÁRAMO UN GRAN SUMIDERO DE CO2

Otra de las características de los suelos, es el de ser un sumidero grande de carbono, al contener hasta un 50% de materia orgánica, especialmente si son suelos de origen volcánico, contribuyen de manera pasiva pero importante a combatir los efectos del calentamiento global por causa de la acumulación de gases como el CO2 en la atmósfera (Mena-Vásconez y Hofstede, 2006).

La acumulación del carbono ocurre a través de la fotosíntesis de las plantas que fija el dióxido de carbono de la atmósfera para la producción de carbohidratos, al morir las plantas el carbono fijado queda almacenado en la hojarasca que se incorpora al suelo, durante el proceso de descomposición de la planta muerta, una pequeña parte de carbono regresa a la atmósfera debido a la respiración de los organismos descomponedores y la otra parte se acumula en la materia orgánica del suelo debido a las bajas temperaturas que disminuyen la velocidad del proceso de descomposición (Llambí et al., 2012).

CAMBIO CLIMÁTICO

El cambio climático se atribuye de manera directa o indirecta a la actividad humana, que altera la composición y propiedades de la atmósfera mundial, que persiste durante un tiempo prolongado como decenios o periodos más largos (Díaz-Cordero, 2012). En el cambio climático sube la temperatura causada por el efecto de invernadero de varios gases principalmente de origen antropogénico y en menor proporción de origen natural (erupciones volcánicas, cambios en la actividad solar) (Isch, 2012), de los cuales el CO2 es el gas más común, y en menor proporción están el metano (CH4), óxido nitroso (N2O). Este fenómeno se ha pronunciado en este último siglo debido al uso de combustibles fósiles y a la deforestación que han incrementado potencialmente la producción de dióxido de carbono (CO2), sumado a otros gases han causado su acumulación en la atmósfera e incrementando el efecto invernadero (Mena-Vásconez y Hofstede, 2006). Las interac ciones entre el clima y la hidrología son estrechas y cualquier tipo de cambio afecta en doble dirección (Duarte et al., 2006). Por lo tanto, la relación entre el páramo y el cambio climático tiene origen en las funciones que tiene este ecosistema, que son la capacidad de retención de agua, carbono y otros elementos (Isch, 2012). El suelo del páramo puede retener un 50% de carbono, que no se libera a la atmósfera, y contribuye a la mitigación del efecto invernadero y en consecuencia del cambio climático (Mena-Vásconez, 2010).

ECOSISTEMA DE ALTA MONTAÑA, FRÁGIL POR EFECTOS DEL CAMBIO CLIMÁTICO Y OTROS FACTORES ANTRÓPICOS

Las actividades humanas realizadas en el páramo destruyen la vegetación natural, y el suelo tiende a desgastarse y erosionarse, con este proceso el carbono contenido en la materia orgánica se oxida y forma CO2 que se libera a la atmósfera (Mena-Vásconez y Hofstede, 2006). Debido a la fragilidad del páramo ante cualquier tipo de alteración o daño ambiental, las afectaciones pueden convertirse en irreversibles. El grado de afectación por este tipo de actividades es grave, y se considera que tan solo el 30% de la superficie original del páramo se mantiene en la actualidad. Se calcula que se necesitaría al menos unos 10 mil años para constituir el peso del suelo del páramo (Isch, 2012). La afectación de los páramos por efectos del cambio climático incide en conflictos sociopolíticos, por la posible reducción de la calidad y cantidad agua, los cambios en el uso de la tierra y la reducción de la biodiversidad (Isch, 2012).

ESTE TEXTO ES PARTE DE…

Agua

ELEMENTOS, PROPIEDADES Y SU FUNCIÓN EN LA VIDA

El agua es una de las sustancias más abundantes en el planeta, tiene una gran importancia biológica debido a las funciones que cumple y por el rol que ha desempeñado en el origen y evolución de la vida. Está representada por la molécula H2O, estructurada por dos átomos de hidrógeno y un átomo de oxígeno. El agua no tiene olor, sabor, ni color; y puede encontrarse en distintos estados dentro de los límites de temperatura y presión natural en la tierra: líquido, sólido y gaseoso. El agua constituye el medio en el cual ocurren los procesos y reacciones vitales. Por tanto, el agua es necesaria para los siguientes procesos:

– Transporte de nutrientes y desechos

– Promueve la digestión de componentes como carbohidratos, proteínas y lípidos

– En las plantas junto a la energía lumínica lo transforma en energía química

– Regula el clima para mantener las condiciones para la vida.

– Por medio de los océanos y lagos se almacena y distribuye calor

– Papel importante en la evolución de la vida

– Medio para reacciones químicas

Es una molécula de gran versatilidad, sus propiedades son esenciales para el desarrollo de diversos procesos esenciales para la vida: disolvente, cohesión, adhesión, calor específico, elevado calor de vaporización, densidad, tensión superficial.

RELACIÓN ENTRE EL AGUA Y SUELO

Las tres acciones fundamentales de los páramos son la de captación, filtración y distribución de agua en calidad y cantidad. El agua distribuida desde los páramos es fundamental para los valles y zonas en las costas. No solamente regula la cantidad de agua distribuida, la disponibilidad a lo largo del año y participación en la estación seca, sino también ayuda a que se mantenga y sea de buena calidad. Esta calidad es un servicio ambiental exitoso que se proporciona a la actividad productiva de los valles (Torres y López, 2008).

INTERACCIÓN ENTRE ECOSISTEMAS

Factores como el suelo, la vegetación, el clima entre otros presentes favorecen al alto rendimiento hídrico del páramo. Este ecosistema desempeña un rol importante como reservorio durante épocas secas convirtiéndose en reguladores hídricos para otros ecosistemas cercanos a través de la red de drenaje (Rodríguez-Morales et al., 2014). El agua acumulada empieza a escurrir ladera abajo y alimenta a las zonas ubicadas en las partes bajas, llegando el agua por dos vías según Llambí et al. (2012):

1. Escorrentía subsuperficial: se produce cuando el agua infiltrada escurre bajo la superficie, a poca profundidad y de esta forma se aporta desde las laderas a las quebradas y ríos.

2. Escorrentía superficial: ocurre solamente por la caída de lluvia en zonas saturadas

HUELLA HÍDRICA

La escasez de agua a nivel mundial es más frecuente, y cada vez más es un riesgo a nivel mundial que repercute en la economía, a lo largo de un año cerca de 500 millones de personas sufren de escasez de agua, en contraste con el consumo excesivo de agua en otras partes del mundo que ha agotado varias reservas sobrepasando las tasas de recarga natural (ONU, 2022). En este contexto para saber cuánta agua se consume por las actividades que desarrollamos, surge la huella hídrica, propuesta por Hoekstra y Hung (2002). Permite conocer cuánta agua, y en qué condiciones se utiliza de los sistemas de aguas locales, y cuánta agua sería necesaria para contrarrestar las corrientes de agua contaminadas (Tolón et al., 2013). Este indicador de consumo de agua, buscar promover la conciencia respecto al consumo de agua que se necesita en nuestras actividades, este valor referencial para valorar y mejorar a nivel individual y colectivo para establecer un manejo eficiente del agua. A continuación, un ejemplo de calculadora, en la cual puedes ingresar y contestar de manera práctica las preguntas planteadas.

MANEJO DE CUENCAS HIDROGRÁFICAS

La cuenca hidrográfica es un área de terreno que capta el agua y contribuye con su flujo a un río, quebrada, lago, laguna, etc. Para comprender el funcionamiento de la cuenca es necesario conocer sobre el ciclo del agua. El agua es receptada por la cuenca y se transporta en su retorno al mar o atmósfera por tres vías: evaporación a la atmósfera, infiltración en el terreno, o escorrentía por la superficie del suelo. El agua que llega a nuestros hogares primero llega a los ríos, quebradas y otros cuerpos de agua a través de las cuencas hidrográficas, esta agua es conducida a embalses, desde donde una vez tratada (potabilizada), es distribuida en las ciudades. En esta importante función que cumplen de manera integral las cuencas, los bosques andinos y los páramos son ecosistemas que participan en la regulación del ciclo hidrológico y dentro de éste, el rendimiento hídrico es importante, que es la relación entre el volumen de agua que sale de la cuenca en forma de caudal y el volumen de precipitación (lluvia) que ingresó a la cuenca a lo largo del año (MeraParra et al., 2021).

BALANCE HÍDRICO

El agua no desaparece ni se produce, sino que fluye y cambia de estado, a causa de los procesos hidrológicos (Llambi et al., 2012). Por tanto, el balance hídrico es la relación entre los valores de precipitación y evapotranspiración en un área determinada. Según Vásquez y Buitrago (2011), el balance hídrico, resulta del equilibrio del agua que entra al ecosistema, el agua que sale y la cantidad de agua que se almacena.

SALUD AFECTADA POR AGUA CONTAMINADA

En el planeta existen 1.400 millones de km3 de agua, de estos el 3% corresponde a agua dulce, y de ésta el 70% está en capas de hielo de los polos, y glaciares (Herrera-Franco et al., 2020). El agua es el recurso natural que garantiza la vida de todos los organismos del planeta, pero debido a su poca disponibilidad y contaminación provoca que millones de personas a nivel mundial no accedan a este servicio ecosistémico de forma eficiente (Larramendi et al., 2021). Con el aumento de la población humana incrementa la demanda de recursos, alimentos, agua, espacio y energía, y es conocido que los recursos son finitos, siendo lógico pensar que habrá un techo en el crecimiento de la población (Duarte et al., 2006).

En el año 2020, 5.800 millones de personas a nivel mundial tuvieron acceso al suministro de agua para el consumo gestionada de forma segura, pero los restantes 2.000 millones de personas contaban con un servicio intermitente, con agua procedente de pozos o manantiales no protegidos o tomaban el agua no tratada superficial de lagos, estanques, ríos o arroyos (OMS, 2022). Aproximadamente 829.000 personas a nivel mundial mueren cada año de disentería como consecuencia del agua contaminada, de estos 297.000 son niños menores de cinco años (OMS, 2022).

ESTE TEXTO ES PARTE DE…

Siembra y cosecha de agua

ECO-REGIÓN DE BOSQUE SECO

Hasta ahora se ha venido de los páramos y su importancia, sin embargo, en este punto es necesario mencionar que los páramos cumplen un rol importante en abastecer de agua a las partes bajas, como el bosque seco, donde existe un déficit hídrico marcado, y se lo menciona en este capítulo, ya que gran parte de la provincia de Loja presenta esta formación vegetal con grandes problemas de abastecimiento de agua a lo largo del año.

El bosque seco es una formación vegetal, producto de la presencia de la corriente fría de Humboldt y la existencia de la cordillera de los Andes que no permite el paso de la humedad desde la Amazonía (Vásquez et al., 2001). Se distribuyen entre los 0 a 1.000 m.s.n.m., que incluyen tierras bajas, estribaciones occidentales bajas de la cordillera de los Andes. Se caracteriza por una estacionalidad bien marcada, tiene un periodo de sequía de al menos cinco a seis meses por año con una precipitación promedio de 10 mm y en los meses de lluvia, la precipitación llega a 200 mm (Espinosa et al., 2012). La gran mayoría de los bosques secos del Ecuador se encuentran el centro y sur de la región occidental de los Andes, en la región Costa, pero también se los pueden encontrar en los valles interandinos (Aguirre, 2012); distribuidos en las provincias de Imbabura, Esmeraldas, Manabí, Guayas, El Oro y Loja. La región de la Costa del sur del Ecuador y del norte del Perú forman la “Región Tumbesina” o “Región de Endemismo Tumbesina”, constituida por el bosque seco tropical, con una gran cantidad de especies de flora y fauna únicas o endémicas, entre ellas aves (Benítez y Sánchez, 2001).

LUGARES SECOS EN LA PROVINCIA LOJA, EFECTOS DE LA SEQUÍA

La provincia de Loja se caracteriza por un abrupto y caótico relieve al fenómeno de desertificación y con déficit hídrico, aproximadamente 49% del territorio de la provincia de Loja sufre de estrés hídrico o sequía (Fries et al., 2020), que se presenta con mayor intensidad en los cantones Zapotillo, Macará, parte baja de Celica, Pindal, Paltas, Catamayo, y valles secos del cantón Loja. En menor grado en Olmedo, Chaguarpamba, Gonzanamá, Puyango, Sozoranga y Quilanga, en el resto de cantones por estar ubicados en partes altas, es menos el déficit hídrico como Saraguro, Loja, Calvas y Espíndola (Prefectura de Loja, 2015). La desertificación en la provincia de Loja afecta principalmente a las zonas de bosque seco que están distribuidas en los cantones de Zapotillo, Macará, Paltas, Sozoranga y Catamayo (Ochoa et al., 2016).

En 1968 se presentó una de las sequías más devastadoras en las provincias de Loja, El Oro y Manabí. En la provincia de Loja se registró una reducción de la población en un 43% debido a un movimiento migratorio al resto del país, durante este periodo de sequía se evidenció pérdidas totales en la producción agrícola, parte de la ganadera. En los años posteriores la realidad no ha cambiado, varios arroyos y pozos poco profundos se han secado y en los periodos de sequía la pérdida de la producción ha sido elevada, llevando a la carencia de alimentos, desabastecimiento de agua potable, muerte de ganado, baja producción láctea (Prefectura de Loja, 2015).

LOS PALTAS: SIEMBRA Y COSECHA DE AGUA

Para la década de los 60, ésta y otras áreas secas del Ecuador se vieron afectadas severamente por la gran sequía, lo que causó que las actividades productivas se pierdan, y se empeoraron las condiciones de pobreza; cuyos efectos no han podido ser revertidos hasta la fecha. La escasez de agua no solo afecta a los cultivos, a los animales, sino también afecta al suelo, a la biodiversidad, a los servicios que brinda una cuenca, a la salud de las personas, entre otras (Arteaga et al., 2020). El cantón Paltas cuna del grupo étnico los Paltas, recibe influencia del desierto peruano de Sechura, los Paltas tenían un modelo de almacenamiento de agua que adaptaron al bosque seco y al clima de la zona debido a que ésta tiene un exposición alta y media a la sequía (Arteaga et al., 2020), estas prácticas ancestrales les permitieron disponer de cantidades de agua suficientes para el uso diario de las comunidades.

La idea de rescatar los saberes ancestrales sigue vigente hasta la actualidad, y en el año 2005 nace la iniciativa denominada “Sembrando agua”, que se ubica en la Reserva de Pisaca, de la cabecera cantonal de Catacocha, cantón Paltas en la provincia de Loja, siendo un ejemplo de recuperación se saberes ancestrales Paltas por medio de la siembra y cosecha de agua, para aprovechar el agua disponible. Con el objetivo de manejar humedales en zonas de recarga de acuíferos subterráneos de la microcuenca San Pedro Mártir, con varias actividades como cercado, reforestación, enriquecimiento de la cobertura vegetal, construcción de humedales lenticos de altura (cochas o lagunas), para recargar las vertientes, tajamares, y con ello regular la escorrentía y mantener un flujo constante en quebradas, pilancones y sistemas de riego para ahorrar y racionalizar el agua de riego y la recuperación de la huerta agroforestal (Albarracín et al., 2021, GAD Paltas, 2019).

ESTE TEXTO ES PARTE DE…

Biopolímeros, un invento que fusiona el arte y la química

El proceso de invención del biopolímero que se obtuvo de la corteza de yuca empieza hace 10 años, con el proyecto de experimentación de fibras naturales a partir de la corteza de frutas y tubérculos que se obtienen en la provincia de Loja. Con este primer proyecto se investigaron 60 plantas de ciclo corto. Como resultado se obtuvo papel. 

Esta experimentación se documentó en la tesis de grado de Gabriela Punín Burneo para obtener el título de Licenciada en Artes Plásticas. Ella es investigadora científica y miembro del claustro docente de la UTPL. En ese entonces, su fuente de inspiración fue Giti Neuman, artista plástica que nació en Praga (República Checa) en 1941. Durante la Segunda Guerra Mundial, Neuman permaneció escondida junto con su familia por varios años hasta que lograron escapar de la concentración nazi y radicarse en Quito. Durante su encierro, aprendió a elaborar su propio material y descubrir nuevos materiales para seguir haciendo lo que más le apasionaba: el arte.   

La inspiración en el trabajo de Neuman fue el impulso para que Gabriela Punín continúe su carrera académica. Y es así como en 2009, con una formación de cuarto nivel, fue invitada a dictar una ponencia sobre fibras naturales en Londres en la sede del Ministerio de Materiales, evento al cual asistieron los investigadores más prominentes en el tema, entre ellos, un diseñador de autos para Fórmula 1, quien explicó sobre la fabricación de la carrocería a partir de fibra natural, pues para lograr mayor resistencia se incorporaban polímeros.  

Es así que la idea se extrapola a Loja (Ecuador), y con el camino andado en la investigación de fibras naturales Punín decidió trabajar de forma interdisciplinar, incorporándose al equipo María José Valarezo, alumni de Ingeniería Química de la UTPL. “En aquel entonces hacía gestión productiva con Gabriela Punín, y ella me pidió un material que necesitaba para el recubrimiento de una obra de arte. Empecé con la búsqueda de un material que sea biodegradable y sea plástico para el uso específico requerido”, comenta Valarezo. Así nació la idea del biopolímero, agrega. El biopolímero se elabora a partir de desechos orgánicos: “para obtener almidón, que es la fuente para el biopolímero, utilizamos la corteza de yuca. Nosotros no quisimos competir con material alimenticio, sino con desechos. Además, se fusionaron otras investigaciones relacionadas con fibras naturales”, concluye. 

En el trayecto, manifiesta Punín, la UTPL “nos abrió las puertas del laboratorio de la Planta de Cerámica. Fueron dos o tres años experimentando con polímeros sintéticos.  Este recurso costoso resultaba difícil de obtener y no se contaba con el presupuesto para comprarlo. Gracias a esa necesidad y problemática detectada, el equipo comenzó a buscar biopolímeros. La experimentación se dio con la papa, con la yuca y con toda clase de almidones hasta que llegamos al almidón de yuca”. 

La investigación, según el relato de las investigadoras, persigue el objetivo de aportar con el ambiente. Por ello, se volcó la mirada a los residuos, en especial a los de la yuca debido al gran porcentaje de almidón que contenían. Para fines de extracción de material se ocupa la corteza interna y luego la fibra que se extrae del pinzote. 

¿Qué material se obtiene?  

El biopolímero que se extrajo es un plástico. Su base molecular es un polímero de tipo biodegradable. Se lo puede utilizar para hacer vajilla desechable, envolturas, prótesis y piel. Su uso se extiende al sector de la construcción, y además se lo puede utilizar como material de recubrimiento de muebles. 

El resultado obtenido con los biopolímeros se registró en el Servicio Nacional de Derechos Intelectuales (SENADI), dando lugar a la publicación en la Gaceta Oficial y su difusión a escala mundial para conocer si había un título sobre esta investigación. A los tres años empezaron a llegar los exámenes de patentabilidad. En el proceso se tuvo colaboración de expertos químicos como Aminael Sánchez, quien ayudó a verificar molecularmente cómo este biopolímero puede ser útil para la industria en temperaturas más bajas. Con este tercer examen, y después de cinco años, se obtuvo la patente. 

En 2021 esta patente fue transferida a la empresa South American Inspection Services Sais Ecuador S.A., la cual utiliza el plástico biodegradable como envoltura para la exportación de frutas, en especial banano. De este proceso de transferencia se han obtenido resultados positivos. 

La invención de este plástico biodegradable se presentó en el concurso de invenciones innovadoras que convoca CEDIA. Se obtuvo el primer lugar a escala nacional. Como parte del premio se estableció la difusión a escala internacional. Por eso, esta invención fue presentada en la Feria Mundial de Invenciones “Taiwan Innotech Expo”, evento en el cual ganó la medalla de oro en la categoría de Química Inorgánica. 

“Ha sido un camino muy largo, de resistencia, y con algunas limitaciones” manifiesta Punín. “Como investigadora no podía publicar resultados previos, ni experimentación en curso” No se podía divulgar, no se podía utilizar el insumo hasta la entrega de la patente oficial. 

Otra de las situaciones complejas fue el aspecto legal. La UTPL brindó un acompañamiento a través de un asesor que, en paralelo, realizó el seguimiento a patentes similares que reportaban resultados en términos jurídicos. Estos eran tomados en cuenta para las pruebas en laboratorio. El logro obtenido ha sido gracias a la confianza depositada en la investigación que también requirió la evaluación en laboratorios externos ubicados en Guayaquil. 

Finalmente, estos resultados abrieron otras líneas de investigación en biopolímeros a partir del hongo de la kombucha. La investigación doctoral de Punín obtuvo resultados de la aplicación del hongo cuya reproducción se hace en piscinas. Como consecuencia, aprendió a criarlo en espacios pequeños, analizar su reproducción y cuidar que no se contamine, es decir, llegar a obtener un medio que sea ideal para su conservación. Y a partir de aprender a controlar su pH, su resistencia, su flexibilidad y grosor, se lo aplicó según las necesidades de cada obra artística. El resultado de todo este proceso es un secreto industrial que ha sido transferido a una textilera de Quito para la confección de ropa y zapatos. La aplicación artística se reserva para la creadora.

ESTE CONTENIDO ES PARTE DE…

“Para un botánico, encontrar una planta nueva es un sueño, algo con lo que poder cerrar un ciclo”

Ingeniero Forestal por la Universidad Nacional de Loja en 1998. Doctor en Ciencias Forestales por la Universidad Técnica de Múnich (2022). Profesor de la Escuela de Ingeniería Forestal de la UNL de 2000 a 2005. Profesor Titular Agregado de la UTPL desde 2007 hasta la actualidad. Interesado en la Botánica y manejo sustentable de bosques, gestión y conservación de la biodiversidad del sur de Ecuador.

Omar Cabrera Cisneros, docente investigador del Departamento de Ciencias Biológicas y Agropecuarias de la UTPL, lideró el equipo de investigadores que descubrió un nuevo género de planta en la provincia de Loja. Él nos habla sobre este último hallazgo y la importancia de continuar la búsqueda de lo hasta ahora desconocido. 

Recientemente, en conjunto con varios docentes de la universidad, descubrió un nuevo género de planta que han denominado Vivaria Calvensis ¿Cuál es su importancia? 

A nivel jerárquico es poco probable encontrar un nuevo género. Es más fácil localizar nuevas especies porque es una categoría taxonómica que responde a pequeños cambios ambientales que provocan diferentes adaptaciones en las plantas, resultando una nueva especie. Pero a nivel de género es más difícil porque los cambios que implica son mucho mayores, más profundos y, en este caso, las especies que provienen de la misma familia habitan únicamente en zonas húmedas. Lo curioso es que este hallazgo ocurre en Cariamanga, perteneciente al cantón Calvas, que es una zona bastante árida.

Es interesante descubrir las adaptaciones de la planta. Durante la época seca la planta entra en un estado de hibernación, es decir, pierde toda su parte aérea (todas las hojas) y solamente mantiene el bulbo dentro de la tierra para evitar la pérdida de energía y humedad.  

Holotipo de Vivaria Calvensis
Holotipo de Vivaria Calvensis.

Se puede considerar un hito ya que hace 22 años que no se hacía descripciones similares. ¿Qué representa esto para la Botánica de Ecuador? 

Un descubrimiento de este tipo siempre es un adelanto: ratifica a Ecuador como ese país megadiverso. Y, después, nos ayudó a comprobar que estábamos equivocados cuando creíamos que el avance de la frontera agrícola no nos iba a permitir hacer este tipo de descubrimientos. 

¿Qué se necesita para realizar un descubrimiento? 

Estar en el momento exacto, en el sitio adecuado. Habíamos estado en la zona un par de ocasiones con el objetivo de recolectar las plantas. En una de estas salidas, encontramos una planta que no habíamos visto antes. Al volver a Loja, comparamos los registros del herbario de la UTPL y del herbario de la Universidad Nacional de Loja (UNL), pero no encontramos ninguna relacionada. Por coincidencia, había visto una publicación de un colega del Jardín Botánico de Río de Janeiro que estaba trabajando con especies similares; le enviamos la foto y consideró que se trataba de una nueva especie o un nuevo género, lo que nos sugirió que debíamos realizar estudios moleculares.  

Todo el proceso duró un par de años. Tuvimos que esperar a recolectar sus flores y frutos porque al inicio solo teníamos hojas. Cuando ya recolectamos todo, nuestro colega Paulo Herrera, que es especialista en genética molecular, hizo el estudio morfológico, genético y taxonómico, para definir si en realidad estábamos frente a un descubrimiento. 

¿Quién decide que se trata de un descubrimiento? 

Es criterio de los revisores de las revistas científicas. Primero, el editor de la revista recepta el manuscrito en el que detallamos las evidencias científicas, lo revisa y decide si tiene fundamentos para continuar el proceso. El siguiente paso consta de una revisión por diversos especialistas del campo, mediante un proceso denominado de doble ciego, en el que ni el autor, ni el revisor se conocen. Una vez aprobado por los revisores, se reciben sugerencias para cumplir con la rúbrica y, finalmente, se publica. En este caso, se publicó en la revista Plos One, que es de alto impacto.  

¿Qué le motiva a generar este tipo de descubrimientos? 

Desde 1993 he estado en contacto con las plantas. Para un botánico encontrar una planta nueva es un sueño, algo con lo que poder cerrar un ciclo y ver todo el trabajo generado hasta llegar a ese momento. Es importante rodearte de personas que tengan tu misma motivación. Tengo la suerte de que las personas con las que trabajo tenemos viva esa motivación de encontrar cosas nuevas, de aportar al país, a nuestra provincia y, sobre todo, a la universidad. Eso es un motivo más para estar en la búsqueda constante.  

¿Qué le atrajo del mundo de las plantas?  

Cuando era estudiante, me parecía increíble que había personas que con solo ver una planta conocían su nombre, su familia y muchas características más. De ahí surge mi curiosidad. Me di cuenta de que en esta disciplina se aprende a cultivar diversas facetas como la observación, cuidar los detalles, saber relacionar y diferenciar especies, trabajar en los diferentes ecosistemas como el páramo, la selva amazónica o el bosque seco y observar las diferentes adaptaciones que tienen.  

Desde el momento en que nacemos dependemos de las plantas, son las que generan oxígeno gracias a su proceso de fotosíntesis y son parte fundamental de nuestra dieta. En general, son importantes para el desarrollo de la vida aquí en la tierra.  

¿Cuáles son esos nuevos retos? 

Descubrir es la única manera de avanzar, seguir estudiando y, sobre todo, formar gente que esté interesada en este proceso. Hay muchos científicos que dejaron su legado, pero nunca formaron a nadie y su trabajo se perdió. Es necesario que las nuevas generaciones salgan y traten de generar descubrimientos, que la gente se empiece a interesar, que los estudiantes vean en la naturaleza un laboratorio vivo que debemos conocer. Es imprescindible divulgar la ciencia. Necesitamos vincular a la sociedad con la ciencia, generar interés en el quehacer científico, que es la base del desarrollo de la sociedad. 

Ingeniero Forestal por la Universidad Nacional de Loja en 1998. Doctor en Ciencias Forestales por la Universidad Técnica de Múnich (2022). Profesor de la Escuela de Ingeniería Forestal de la UNL de 2000 a 2005. Profesor Titular Agregado de la UTPL desde 2007 hasta la actualidad. Interesado en la Botánica y manejo sustentable de bosques, gestión y conservación de la biodiversidad del sur de Ecuador.


ESTE CONTENIDO ES PARTE DE…

Las plantas con mayor actividad anticancerígena se encontrarían en Ecuador

Algunas de las 61 plantas que pueden componer la receta de la horchata lojana como son: Escancel, llantén, linaza, toronjil, cadillo, ataco, esencia de rosas, flor y hoja de tilo y hoja de naranja.

Hacia el año 1630, un misionero jesuita llegó a Loja con “tercianas”, término que se empleaba en ese tiempo para definir a los procesos febriles acompañados de escalofríos, sudores y temblores, síntomas de lo que hoy conocemos como malaria o paludismo. Ante la ineficacia de los remedios que le estaban aplicando, el acompañante del misionero, originario de Malacatos (Loja), propuso traer al cacique de su comunidad para tratar el mal que le aquejaba. Ese cacique, conocedor de las plantas del lugar, se llamaba Pedro Leiva y es el primer relato documentado sobre el uso medicinal de la cascarilla o quinina para tratar la malaria. Los jesuitas, fascinados con aquel remedio, enviaron rápidamente muestras que cruzaron el Atlántico hasta llegar a la botica del Vaticano, donde confirmaron su eficacia. Pese a la aparición de antimaláricos sintéticos como la plasmoquina (1828), acriquina (1930) o la cloroquina (1947), hoy en día la quinina se sigue utilizando en casos severos o resistentes a medicamentos antimaláricos.

Mapa en acuarela de la región de Loja en la Audiencia de Quito que representa a los recolectores de la corteza llamada cascarilla. Cortesía: Wellcome Collection.

Según la revista Nature, la malaria ha podido ser responsable de la muerte de más de la mitad de las personas que vivieron alguna vez en el planeta. Quizás, hoy muchos de nosotros no estaríamos aquí de no haber ocurrido esta extraordinaria coincidencia que ha salvado la vida de millones de personas durante casi cuatro siglos. Además de ser esta historia un ejemplo de un descubrimiento científico que tiene origen en el conocimiento de las poblaciones locales, nos muestra el potencial que puede llegar a tener el descubrimiento de un nuevo producto, por recóndito que sea el lugar donde se encuentre, para transformar la realidad global.

Fuente de productos naturales

Actualmente, existen muchos tratamientos curativos y paliativos para el cáncer que permiten erradicar las células tumorales. Entre ellos se encuentran la quimioterapia, la radioterapia, la inmunoterapia e incluso la terapia génica. Durante la quimioterapia, la aplicación de una serie de compuestos químicos, ya sean naturales o sintéticos, conducen a la inducción de la muerte celular o la detención del ciclo celular en las células tumorales. Estos compuestos químicos anticancerígenos se pueden usar solos o, más a menudo, en combinación con otros regímenes químicos o no químicos. Los metabolitos secundarios aislados de microorganismos, plantas y especies marinas, entre otros, han sido fuente importante de sustancias bioactivas con potenciales capacidades anticancerígenas.

“Aunque algunas hierbas medicinales se pueden encontrar en toda la región, hay una pequeña franja aislada de páramo del que se dice es un jardín de brujas, y en consecuencia, es peligroso que la gente ordinaria entre allí. Este lugar se está ubicado en las estribaciones superiores del monte Akakana”, cita de Jim Bellote en el libro “Los Saraguros del Sur del Ecuador” (1998). Fotografía: Javier Vázquez.

Otra característica considerable es el conocimiento etnomédico de muchas comunidades indígenas de Ecuador. Este es un país plurinacional que alberga 14 nacionalidades y 18 pueblos indígenas diferentes. La gran diversidad botánica unida a la riqueza etnocultural del país se traduce en una herencia milenaria en torno al conocimiento y uso de una gran cantidad de plantas medicinales. La investigación etnomédica busca analizar compuestos bioactivos de las plantas medicinales utilizadas, principalmente, por poblaciones indígenas y rurales.

Para Juan Carlos Romero, coordinador del grupo de investigación Productos naturales: cáncer y parasitosis de la Universidad Técnica Particular de Loja – UTPL, el cual trabaja en comunidades indígenas pertenecientes al pueblo Saraguro, “cuando hacemos investigación etnomédica buscamos conocer cuál es la forma de aplicación que le da la comunidad a la planta o a la mezcla de ellas para tratar de simular eso en las condiciones de nuestro laboratorio”.

Proceso de purificación con plantas medicinales en la comunidad Saraguro. Fotografía: Javier Vázquez.

El marketing se ha encargado de poner la etiqueta de saludable a todos los productos de origen natural y eso no es del todo cierto, según explica Romero, “que sea natural no significa que no te pueda hacer daño. A veces, hay plantas que funcionan y matan células cancerosas, pero a la vez pueden ser tóxicas. La ingesta prolongada de estas plantas puede tener efectos secundarios graves que afecten al hígado o al riñón”, por ejemplo. Ante la evidencia de actividad antitumoral de una planta, el investigador considera imprescindible identificar las dosis recomendables y la duración adecuada del tratamiento para que su consumo sea efectivo y seguro. 

Plantas con la mayor actividad anticancerígena

Ecuador continental es la región con la tercera mayor densidad de especies vegetales endémicas a escala mundial, de las 20 000 especies vegetales que se estiman que hay en el país, alrededor del 20 % son endémicas. En comparación con otros países con una diversidad biológica similar como Indonesia, República Dominicana, Tailandia y Perú; en Ecuador se pueden encontrar las especies de plantas con mayor actividad citotóxica contra las células cancerosas humanas.

La chakra es el eje cultural de las comunidades indígenas de los Andes, en donde plantas medicinales y alimenticias se interrelacionan en un mismo espacio. Fotografía: Javier Vázquez.

Esta circunstancia se puede explicar, en gran parte, por la combinación de dos factores como son: 1) la alta diversidad biológica como consecuencia de la variación altitudinal y la gran cantidad de ecosistemas presentes en el país; y 2) la elevada radiación solar derivada de su posición geográfica en la que incidencia de los rayos solares se produce de forma perpendicular, siendo mucho más agresiva que en otras latitudes, lo que provoca el aumento exponencial del índice de radiación ultravioleta B (UV-B). Este incremento de radiación causa un estrés adicional a las plantas, las cuales se ven obligadas a activar su sistema de defensa mediante la biosíntesis de varios metabolitos secundarios como alcaloides, terpenos, compuestos fenólicos y glicósidos, compuestos que son fuente de una gran cantidad de productos farmacéuticos y nutracéuticos ampliamente contrastados.

“Desde un inicio se pensaba que los metabolitos secundarios eran productos de desecho, pero ahora ya se sabe que son productos esenciales para la planta, que le sirven para su propia supervivencia”, añade. “Hasta ahora no hemos encontrado un producto natural que se equipare al impacto del plaquitaxel, que es el tratamiento de primera línea para algunos tipos de cáncer muy agresivos, aunque no nos desanimamos. La visión de la Universidad es hacer investigación de lo nuestro, validar el conocimiento ancestral mediante el uso de plantas medicinales, que participen nuestros estudiantes y que este conocimiento se revierta en la comunidad y el público en general”, concluye.

Algunas de las 61 plantas que pueden componer la receta de la horchata lojana como son: Escancel, llantén, linaza, toronjil, cadillo, ataco, esencia de rosas, flor y hoja de tilo y hoja de naranja.

Horchata lojana

La horchata lojana es una bebida popular, elaborada a partir de la infusión de diferentes plantas medicinales y aromáticas, la cual se ha consumido a lo largo de los siglos como parte de la tradición cultural de los habitantes de la provincia de Loja, al sur de Ecuador. 

Además de su sabor agradable, esta bebida tiene diferentes propiedades medicinales. Aunque su composición puede variar dependiendo de la época del año o la costumbre local, a modo general, alrededor del 66 % de plantas usadas en la horchata tiene propiedades medicinales antiinflamatorias y el 51 % analgésicas. Las sustancias antiinflamatorias pueden actuar para prevenir el desarrollo de ciertos tipos de cáncer, como el de cerebro, y también actuar como protector del ADN. Se la puede consumir como tónico cerebral, remedio antiinflamatorio, analgésico, diurético y para la prevención de trastornos neurodegenerativos.

ESTE CONTENIDO ES PARTE DE…

Lo último

El impacto de la economía informal en la huella ecológica

La economía informal y sus implicaciones en el ámbito laboral y medioambiental. Se mencionan las actividades informales, la falta de reconocimiento y protección laboral, así como la relación con la pobreza y la discriminación. Además, se destaca la situación de la economía informal en Ecuador y se plantean posibles soluciones como la promoción de empleos formales, políticas públicas, educación y capacitación laboral. También se analiza el impacto de la economía informal en la huella ecológica y se sugiere la adopción de prácticas sostenibles y la innovación tecnológica como medidas para reducir dicho impacto.

Investigación para la prevención y mitigación de riesgos y desastres naturales

En este texto se aborda la problemática de los desastres naturales en Ecuador, un país propenso a altos factores de riesgo. Se exploran las principales causas de impacto que han incrementado el número de desastres en la actualidad, centrándose en la relación entre los territorios, los actores involucrados y el entorno biofísico. Además, se analiza el impacto de la construcción y de viviendas en los riesgos de desastres naturales, especialmente en los asentamientos informales. Se destacan las acciones necesarias para abordar esta problemática, como la prevención y mitigación de riesgos, la planificación territorial y la regularización de los asentamientos informales. También se discuten las deficiencias en la regulación por parte de los GAD municipales y metropolitanos. En resumen, este texto ofrece información relevante sobre los desastres naturales en Ecuador y propone soluciones para mejorar la gestión de riesgos y la calidad de vida de la población.

‘Páramos, donde nace la vida’: alfabetización ambiental sobre un ecosistema extremo y poco conocido

Descubre el fascinante mundo del páramo, uno de los ecosistemas más extremos y menos conocidos de Ecuador. En este artículo, exploramos cómo la educación formal y la divulgación científica están desempeñando un papel crucial en la difusión de la serie documental "Páramos, donde nace la vida". Con un enfoque interdisciplinario y la participación de destacados investigadores, esta serie ofrece una visión completa del páramo y su importancia para la investigación científica. Acompáñanos en su conservación y protección. Además, destacamos los desafíos que enfrenta la ciencia en Ecuador, incluyendo la falta de divulgación mediática y la escasez de información accesible sobre el páramo. Afortunadamente, las universidades y los centros de investigación están desempeñando un papel fundamental en la comunicación social de la ciencia. La serie documental "Páramos, donde nace la vida", lanzada por Cultura Científica - DIRCOM de la UTPL, ha sido una herramienta pedagógica invaluable para integrar el conocimiento sobre el páramo en la educación formal. A través de materiales complementarios, una guía para docentes y una página web interactiva, se ha logrado ampliar el alcance de esta iniciativa, brindando a los estudiantes una experiencia educativa enriquecedora. Con resultados positivos en el piloto del proyecto de vinculación, se espera expandir esta metodología a todo el cantón Loja, promoviendo así la conciencia y valoración del páramo como parte esencial de nuestro entorno. ¡Únete a esta aventura científica y descubre la belleza y relevancia del páramo ecuatoriano!

Eficacia antiinflamatoria del aceite esencial de copal

La investigación ha demostrado que el aceite esencial de D. peruviana, rico en terpenos como el α-felandreno y el limoneno, posee propiedades antiinflamatorias, humectantes y de alivio, lo que lo convierte en un posible tratamiento para la inflamación de la piel. Descubre más sobre esta fascinante especie y sus beneficios terapéuticos."
Gloeocystidiellum lojanense, el cual tiene potencial bioactivo. El hongo exhibió actividad antibacteriana contra cuatro cepas de la especie E. coli.

Un hongo con actividad antibacteriana se descubre al sur del Ecuador

Uno de los hitos más importantes en la aplicación médica que procede del reino fungi se dio con el descubrimiento del hongo...

Una apuesta por mejorar los procesos migratorios

¿Cómo nace esta iniciativa? Es importante señalar cómo se concibe este proyecto, considerando que es parte de una...

La falta de políticas sobre inteligencia artificial puede aumentar las brechas sociales

A pesar de que la IA lleva décadas de presencia en nuestras vidas, esta se ha reducido a ejecutar tareas muy concretas...

Biopolímeros, un invento que fusiona el arte y la química

El proceso de invención del biopolímero que se obtuvo de la corteza de yuca empieza hace 10 años, con el proyecto de...

“Para un botánico, encontrar una planta nueva es un sueño, algo con lo que...

Omar Cabrera Cisneros, docente investigador del Departamento de Ciencias Biológicas y Agropecuarias de la UTPL, lideró el equipo de investigadores que descubrió...

Las plantas con mayor actividad anticancerígena se encontrarían en Ecuador

Hacia el año 1630, un misionero jesuita llegó a Loja con “tercianas”, término que se empleaba en ese tiempo para definir a...