Investigación para la prevención y mitigación de riesgos y desastres naturales

El cambio climático y el calentamiento global son una realidad que se ha agudizado en el transcurso de los años, siendo una de las principales causas la relación existente entre el ser humano y la naturaleza, visible en el aprovechamiento sin control de los recursos, a lo que se suman otros escenarios como los asentamientos irregulares. Para generar precisamente este análisis, Gabriela Camargo, docente investigadora del Departamento de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL), desarrolla un importante aporte en relación con los factores de riesgo socio naturales, el comportamiento social y las decisiones a tomarse para enfrentar esta problemática.

P. Siendo Ecuador un país de altos factores de riesgo en cuanto a desastres naturales, ¿cuáles son las principales causas de impacto que han incrementado el número de desastres naturales en la actualidad? 

R. Si bien esta es una realidad visible, es necesario entender que los territorios son el resultado de entretejer de relaciones entre los actores y su entorno. El territorio comprende al medio ambiente o entorno biofísico, el cual tiene una interacción continua y cambiante que cumple funciones como fuente de recursos naturales para satisfacer las necesidades básicas, también involucra la función de soporte para el emplazamiento de edificaciones e infraestructuras. 

Cuando se supera la capacidad de carga del sistema biofísico, a causa de una demanda socioeconómica, se generan problemas ambientales como contaminación de aguas, suelos y aire; deforestación y erosión, entre otros. Si se respeta el funcionamiento del entorno biofísico y su capacidad, será posible minimizar los riesgos socio naturales y garantizar calidad de vida para la población actual y futura.  

¿Cómo impacta la construcción y edificación de viviendas en los factores de riesgo de desastres naturales? 

Esta no es una generalidad, puesto que las construcciones en entornos adecuados no reflejan un riesgo, pero si las edificaciones se localizan en zonas donde existen amenazas naturales, se generarán impactos socio naturales. En esta perspectiva nos referimos a los asentamientos informales, los cuales son catalogados como un fenómeno mundial y que, con el paso del tiempo, se presentarán con mayor frecuencia e incluso se habla de que en el futuro las ciudades tendrán un alto porcentaje de crecimiento informal. Las cifras señalan que en el mundo hay aproximadamente 800 millones de personas que viven en asentamientos informales, de ellos, 114 millones en América Latina, es decir que, de cada cuatro personas, una vive en condiciones de informalidad, siendo una de las principales causas la falta de capacidad de los entes reguladores para supervisar la ocupación del territorio. 

¿Qué hacer frente a este escenario? 

Las acciones a implementar son múltiples y se reflejan en aspectos como el cambio de enfoque de la acción inmediata hacia la de prevención y mitigación. A través de los instrumentos de la planificación territorial es posible insertar la gestión de riesgos, en especial, en los asentamientos informales. Es fundamental abordar los riesgos socio naturales y sus causas desde la perspectiva de la prevención y mitigación, y no cuando estos suceden, mediante la inserción de los riesgos socio naturales en los planes de ordenamiento territorial.  

Una segunda actuación comprende la generación de estudios en los espacios, previo a ser ocupados, tomando en consideración parámetros de sostenibilidad. En tercer lugar, debemos referirnos a la capacidad de los gobiernos autónomos descentralizados municipales y metropolitanos para la regulación y control de la ocupación del suelo, y su actuación en los procesos de tenencia de tierras de tal manera que, al formalizar el entorno, es posible exigir al ocupante el cumplimiento de normas, pero también la dotación de servicios para mejorar la calidad de vida de las personas.  

“Es fundamental abordar los riesgos socio naturales y sus causas desde la perspectiva de la prevención y mitigación, y no cuando estos suceden, mediante la inserción de los riesgos socio naturales en los planes de ordenamiento territorial”

Gabriela Camargo, docente investigadora del Departamento de Arquitectura y Urbanismo.
Parece que gran parte de la responsabilidad la tienen los GAD municipales y metropolitanos. ¿A qué se debe que estos no han logrado regularizar los asentamientos informales y más bien se han proliferado? 

En Ecuador existen avances al respecto en cuanto a normativa se refiere, sin embargo, en su aplicación se reflejan dificultades. Tenemos, por ejemplo, la Ley de Ordenamiento de Territorio y Uso del Suelo de 2016, en la cual se precisa que los GAD tienen la responsabilidad de regularizar el uso del suelo, pero a la vez brindar las condiciones necesarias para crear espacios seguros y de calidad para la población. A nivel de este tipo de instituciones se reconoce que el problema no es la normativa sino la falta de procedimientos, técnicas y capacitación requerida para el abordaje de los asentamientos informales, es decir, que no es solo crear el instrumento sino el proceso que implica su aplicación.  

¿Qué tipo de deficiencias se analizan?   

Son varios los aspectos que se han identificado: la falta de inventario de asentamientos informales con sus características de manera sistemática, los distintos actores no tienen concienciación de la ubicación de amenazas naturales y vulnerabilidades que se pueden generar, mal tratamiento de los movimientos migratorios de personas desprotegidas que tienden a ubicarse en estos espacios no aptos tratando de mejorar sus condiciones de vida, organización institucional no adecuada, entre otras causas. 

¿Qué definición tiene el riesgo socio natural? 

Los riesgos socio naturales son la relación que se establece entre amenazas naturales y niveles de vulnerabilidad social y económica de la población. Cuando la población ocupa espacios no aptos genera estos riesgos que se evidencian en desastres frente a deslaves, inundaciones, entre otros. Este tipo de riesgos se generan como producto de la falta de intervención institucional pues allí se debe regular la relación entre el hombre y el medio ambiente, caso contrario, la política pública se pierde en el camino.  

Reconocemos las deficiencias que existen frente a la problemática de riesgos. ¿Cómo aportar desde diferentes instancias? 

Hay que reconocer que existen avances en materia de reducción de riesgos y desastres. En Ecuador se ha trabajado en diferentes aristas durante los últimos 10 años, tal es el caso de estudios generados en torno a la gestión de riesgos y el cambio climático, así como la inserción del riesgo socio natural en planes de ordenamiento territorial y otras acciones que evidencian la intención de generar cambios. Se reconoce el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático, el cual incluye monitoreos de riesgo y áreas vulnerables, modelos de simulación y gestión de datos, información que hace falta para suministrar y gestionar la toma de decisiones.  

Por otra parte, la academia, en el caso de la UTPL, ha orientado sus líneas de investigación a la gestión de riesgos, la elaboración de programas de grado y posgrado enfocadas en estos campos y el intercambio de conocimiento a través de eventos gratuitos con expertos en la materia. También contamos con observatorios para monitorear, levantar estadísticas y generar información que permita avanzar en el análisis, crear escenarios, crear alianzas estratégicas y proyecciones para generar acuerdos.  


Gabriela Camargo, Ph.D.

Geógrafa de Universidad de Los Andes (ULA-Venezuela). Maestría Ordenación del Territorio y Ambiente (ULA). Máster Gestión Ambiental y Desarrollo Sostenible, Universidad de Valencia (España); Grado de Salamanca (España). Doctorado Ordenamiento Territorial, Universidad de Salamanca (España). Docente e investigadora (ULA). Coordinadora del Postgrado en Ordenación del Territorio y Ambiente (ULA). Directora IGRN (ULA). Actualmente docente e investigador en la UTPL.

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Magíster en Comunicación y Educación Audiovisual (Universidad de Huelva y Universidad Internacional de Andalucía – España). Licenciada en Comunicación Social por la Universidad Técnica Particular de Loja - UTPL. Docente del Departamento de Ciencias de la Comunicación e integrante del Grupo de Investigación “Comunicación, Educación y Tecnologías” CET de la UTPL. Miembro del consejo editorial de la revista Perspectivas de Investigación – UTPL y de la Red ALFAMED.