La epigenética es una forma de entender cómo nuestras acciones y el entorno afectan la manera en que funcionan nuestros genes. Estos procesos epigenéticos no cambian la secuencia del propio ADN, sino que modifican la forma en que se expresan los genes durante el desarrollo y la edad adulta. Los cambios epigenéticos pueden ser modulados por muchos factores, por ejemplo, los alimentos, el estilo de vida, la condición corporal o el aire.
Un área de interés en la epigenética es su relación con enfermedades como la diabetes y el cáncer. Los estudios han mostrado que eventos tempranos en la vida, como la nutrición durante el embarazo, pueden tener efectos a largo plazo en la salud como la obesidad o la diabetes debido a cambios epigenéticos. También se ha encontrado que la exposición a ciertos químicos y el estrés pueden causar cambios epigenéticos relacionados con enfermedades crónicas.
En el caso de la obesidad, se ha descubierto que hay cambios epigenéticos, es decir, cambios que no alteran el ADN en sí, pero sí la forma en que se utiliza el ADN, relacionados con la obesidad y sus consecuencias, como la diabetes tipo 2 (DM2).
Por ejemplo, en personas con obesidad, ciertos cambios en las marcas químicas del ADN y en pequeñas moléculas llamadas miARN, que regulan la actividad de los genes, afectan cómo se almacenan y se usan las grasas en el cuerpo y cómo responde a la insulina, una hormona importante para controlar el azúcar en la sangre. Estos cambios pueden llevar a problemas en el metabolismo de los lípidos (grasas) y a una mala respuesta a la insulina en los tejidos adiposos (grasos), lo que puede provocar disfunción de las células del páncreas que son responsables de la producción de insulina.
Estos cambios epigenéticos en personas con obesidad no solo se limitan al metabolismo de las grasas, sino que también pueden causar inflamación crónica, lo que a su vez puede generar enfermedades cardiovasculares y aumentar el riesgo de infecciones, morbilidad y mortalidad. Además, debido a que estos cambios epigenéticos pueden revertirse, los científicos están muy interesados en ellos para crear nuevos tratamientos médicos. Se está investigando soluciones terapéuticas que actúan sobre estos cambios epigenéticos para tratar la DM2 y reducir sus complicaciones. La apabetalona, un inhibidor de la proteína BET, es uno de estos fármacos en estudio que ha mostrado efectos prometedores en la reducción del riesgo cardiovascular en pacientes con enfermedad renal crónica y DM2, aunque su mecanismo exacto aún no está claro. Estos avances apuntan hacia un enfoque terapéutico novedoso centrado en modificar la actividad de ciertas proteínas para tratar enfermedades crónicas como la DM2 y sus complicaciones asociadas.