economía

Estudiantes de la UTPL aplican mediante un proyecto de vinculación, conceptos de la teoría del consumidor, oferta, demanda, tipos de bienes, economía, presupuesto familiar, análisis del consumo de bienes y servicios en el Ecuador, y canasta familiar básica para una adecuada gestión de los ingresos y de los gastos domésticos.

La Economía se encuentra en cada momento de nuestras vidas, y más aún cuando se toma decisiones en las cuales la alternativa escogida representa un beneficio o una utilidad. En el entorno doméstico ocurre exactamente lo mismo al momento de decidir qué alternativa beneficia al grupo familiar, con la característica de que los hábitos de consumo dependerán de los ingresos. Un grupo de 57 estudiantes de la carrera de Economía de la Modalidad Abierta y a Distancia de la UTPL participó en la experiencia de acompañar a 104 familias a través del proyecto de vinculación denominado: Economía familiar: asignación eficiente de recursos.

Primero se hizo un estudio transversal y exploratorio. Se realizó un muestreo por conveniencia a un grupo de familias ecuatorianas, con el levantamiento de información por medios telemáticos. A las familias seleccionadas se les brindó seguimiento durante cuatro meses. Los estudiantes emplearon conocimientos teóricos en microeconomía y realizaron asesorías mensuales y quincenales con la finalidad de brindarles conocimientos suficientes para que gestionen su economía doméstica promoviendo un manejo eficiente de ingresos, gastos y hábitos de consumo.

En la investigación se determinó varios segmentos poblacionales con las siguientes características:

  • La mayor parte de las familias tuvo ingresos constantes y permanentes en los tres primeros meses. Esta población pertenece a familias que tienen un trabajo estable, ya sea en el sector privado o en el sector público, y no han sufrido situaciones adversas como despidos laborales.
  • Otra parte de la población de estudio mantiene emprendimientos particulares que dependen de la demanda para generar ingresos. Estos negocios se vieron disminuidos e inclusive dejaron de percibir ingresos, en casos como zapaterías y boutiques.
  • Se identificó personas cuyos ingresos aumentaron en el periodo de estudio, dependiendo mucho del tipo de trabajo, por ejemplo, un laboratorio clínico o supermercados.
  • Por último se encuentran las familias que han tenido complicaciones económicas por la emergencia sanitaria, como pérdida de empleo, pero que han visto una oportunidad de emprender. Por lo general estos emprendimientos son de comida rápida arreglos florales o pastelería, con la facilidad del servicio a domicilio.

La mayoría de las familias que acogieron las asesorías y las recomendaciones pudo obtener un ahorro familiar significativo que no se debe únicamente al cambio de hábitos sino a la proyección y previsiones que elaboró la familia para su futuro. El asesoramiento se centró en identificar bienes y servicios que actualmente consumen, y así identificar sustitutos más baratos que los puedan reemplazar en el tiempo, pero proporcionándoles la misma satisfacción. Se abordó estrategias en ahorro de energía, reestructuración de deuda, seguros y modificación en planes de celulares.

La dinámica de cada hogar es muy diferente y tiene características particulares. Las tendencias de consumo heredadas y culturales, los escenarios sociodemográficos, las situaciones de salud o el desempleo son algunas variables a tomar en consideración cuando de economía familiar se trata. Sin embargo, podemos acotar algunos consejos para comenzar a crear una cultura de ahorro familiar, asignando de manera eficiente los recursos monetarios.

  • Registrar ingresos y gastos. Por lo general, nuestro nivel de consumo depende de nuestros ingresos. Al registrar de manera ordenada los gastos (con factura o sin ella) se tendrá por periodo quincenal o mensual una visualización de los gastos que son importantes, necesarios, o innecesarios. Existen gastos que son fijos, por ejemplo, arriendo, medicinas (en caso de enfermedad) y educación; pero también hay gastos que serán necesarios y cuyo consumo puede variar, por ejemplo, pago de servicios básicos y alimentación. Por último, se encuentran los gastos de los que se podría prescindir o disminuir, por ejemplo, diversión y entretenimiento. Para organizar estos gastos hay varias aplicaciones gratuitas, pero también se puede hacer de la manera tradicional, con papel y lápiz.
  • Fondo para eventualidades. Parte de nuestros ingresos se destinan a los gastos familiares y otra parte al ahorro e inversión, dependiendo el caso. Sin embargo, es importante mantener un ahorro de emergencia para posibles contingencias o casualidades que se presenten en un momento determinado. Por ejemplo, tratamientos médicos, refacciones en infraestructura por factores climáticos, desempleo. Este ahorro emergente ayudará a solventar y afrontar posibles contingencias, o inclusive a financiar proyectos futuros que mantenga la familia, es decir metas a largo plazo.
  • Trabajo en equipo. Como mencionaban algunas familias en la ejecución del proyecto, los jefes de hogar desconocían acerca de los gastos en que incurrían y se mostraban asombrados cuando se realizaba la identificación de todos estos. Comúnmente, las madres de familia administran exitosamente las finanzas del hogar, sin embargo, no implica que el cónyuge o pareja modifique a criterio personal dichos gastos, sino que el diálogo y la coordinación conjunta fortalezca la economía de hogar.
  • Replicar la economía de hogar: Administrar de manera eficiente los recursos monetarios implica gestionar y tomar decisiones adecuadas entre varias opciones y alternativas. La economía familiar involucra organización y equilibrio fortificando los hábitos de consumo y financieros para impulsar el ahorro. Se tiene que fomentar dicha educación a los demás integrantes de la familia para el cuidado del dinero.

Este reportaje forma parte de la Revista Perspectivas de Investigación, edición #58, correspondiente a los meses abril-mayo 2021. Si quieres acceder a la revista completa clic aquí.

Magíster en Comunicación y Educación Audiovisual (Universidad de Huelva y Universidad Internacional de Andalucía – España). Licenciada en Comunicación Social por la Universidad Técnica Particular de Loja - UTPL. Docente del Departamento de Ciencias de la Comunicación e integrante del Grupo de Investigación “Comunicación, Educación y Tecnologías” CET de la UTPL. Miembro del consejo editorial de la revista Perspectivas de Investigación – UTPL y de la Red ALFAMED.