ELEMENTOS, PROPIEDADES Y SU FUNCIÓN EN LA VIDA
El agua es una de las sustancias más abundantes en el planeta, tiene una gran importancia biológica debido a las funciones que cumple y por el rol que ha desempeñado en el origen y evolución de la vida. Está representada por la molécula H2O, estructurada por dos átomos de hidrógeno y un átomo de oxígeno. El agua no tiene olor, sabor, ni color; y puede encontrarse en distintos estados dentro de los límites de temperatura y presión natural en la tierra: líquido, sólido y gaseoso. El agua constituye el medio en el cual ocurren los procesos y reacciones vitales. Por tanto, el agua es necesaria para los siguientes procesos:
– Transporte de nutrientes y desechos
– Promueve la digestión de componentes como carbohidratos, proteínas y lípidos
– En las plantas junto a la energía lumínica lo transforma en energía química
– Regula el clima para mantener las condiciones para la vida.
– Por medio de los océanos y lagos se almacena y distribuye calor
– Papel importante en la evolución de la vida
– Medio para reacciones químicas
Es una molécula de gran versatilidad, sus propiedades son esenciales para el desarrollo de diversos procesos esenciales para la vida: disolvente, cohesión, adhesión, calor específico, elevado calor de vaporización, densidad, tensión superficial.
RELACIÓN ENTRE EL AGUA Y SUELO
Las tres acciones fundamentales de los páramos son la de captación, filtración y distribución de agua en calidad y cantidad. El agua distribuida desde los páramos es fundamental para los valles y zonas en las costas. No solamente regula la cantidad de agua distribuida, la disponibilidad a lo largo del año y participación en la estación seca, sino también ayuda a que se mantenga y sea de buena calidad. Esta calidad es un servicio ambiental exitoso que se proporciona a la actividad productiva de los valles (Torres y López, 2008).
INTERACCIÓN ENTRE ECOSISTEMAS
Factores como el suelo, la vegetación, el clima entre otros presentes favorecen al alto rendimiento hídrico del páramo. Este ecosistema desempeña un rol importante como reservorio durante épocas secas convirtiéndose en reguladores hídricos para otros ecosistemas cercanos a través de la red de drenaje (Rodríguez-Morales et al., 2014). El agua acumulada empieza a escurrir ladera abajo y alimenta a las zonas ubicadas en las partes bajas, llegando el agua por dos vías según Llambí et al. (2012):
1. Escorrentía subsuperficial: se produce cuando el agua infiltrada escurre bajo la superficie, a poca profundidad y de esta forma se aporta desde las laderas a las quebradas y ríos.
2. Escorrentía superficial: ocurre solamente por la caída de lluvia en zonas saturadas
HUELLA HÍDRICA
La escasez de agua a nivel mundial es más frecuente, y cada vez más es un riesgo a nivel mundial que repercute en la economía, a lo largo de un año cerca de 500 millones de personas sufren de escasez de agua, en contraste con el consumo excesivo de agua en otras partes del mundo que ha agotado varias reservas sobrepasando las tasas de recarga natural (ONU, 2022). En este contexto para saber cuánta agua se consume por las actividades que desarrollamos, surge la huella hídrica, propuesta por Hoekstra y Hung (2002). Permite conocer cuánta agua, y en qué condiciones se utiliza de los sistemas de aguas locales, y cuánta agua sería necesaria para contrarrestar las corrientes de agua contaminadas (Tolón et al., 2013). Este indicador de consumo de agua, buscar promover la conciencia respecto al consumo de agua que se necesita en nuestras actividades, este valor referencial para valorar y mejorar a nivel individual y colectivo para establecer un manejo eficiente del agua. A continuación, un ejemplo de calculadora, en la cual puedes ingresar y contestar de manera práctica las preguntas planteadas.
MANEJO DE CUENCAS HIDROGRÁFICAS
La cuenca hidrográfica es un área de terreno que capta el agua y contribuye con su flujo a un río, quebrada, lago, laguna, etc. Para comprender el funcionamiento de la cuenca es necesario conocer sobre el ciclo del agua. El agua es receptada por la cuenca y se transporta en su retorno al mar o atmósfera por tres vías: evaporación a la atmósfera, infiltración en el terreno, o escorrentía por la superficie del suelo. El agua que llega a nuestros hogares primero llega a los ríos, quebradas y otros cuerpos de agua a través de las cuencas hidrográficas, esta agua es conducida a embalses, desde donde una vez tratada (potabilizada), es distribuida en las ciudades. En esta importante función que cumplen de manera integral las cuencas, los bosques andinos y los páramos son ecosistemas que participan en la regulación del ciclo hidrológico y dentro de éste, el rendimiento hídrico es importante, que es la relación entre el volumen de agua que sale de la cuenca en forma de caudal y el volumen de precipitación (lluvia) que ingresó a la cuenca a lo largo del año (MeraParra et al., 2021).
BALANCE HÍDRICO
El agua no desaparece ni se produce, sino que fluye y cambia de estado, a causa de los procesos hidrológicos (Llambi et al., 2012). Por tanto, el balance hídrico es la relación entre los valores de precipitación y evapotranspiración en un área determinada. Según Vásquez y Buitrago (2011), el balance hídrico, resulta del equilibrio del agua que entra al ecosistema, el agua que sale y la cantidad de agua que se almacena.
SALUD AFECTADA POR AGUA CONTAMINADA
En el planeta existen 1.400 millones de km3 de agua, de estos el 3% corresponde a agua dulce, y de ésta el 70% está en capas de hielo de los polos, y glaciares (Herrera-Franco et al., 2020). El agua es el recurso natural que garantiza la vida de todos los organismos del planeta, pero debido a su poca disponibilidad y contaminación provoca que millones de personas a nivel mundial no accedan a este servicio ecosistémico de forma eficiente (Larramendi et al., 2021). Con el aumento de la población humana incrementa la demanda de recursos, alimentos, agua, espacio y energía, y es conocido que los recursos son finitos, siendo lógico pensar que habrá un techo en el crecimiento de la población (Duarte et al., 2006).
En el año 2020, 5.800 millones de personas a nivel mundial tuvieron acceso al suministro de agua para el consumo gestionada de forma segura, pero los restantes 2.000 millones de personas contaban con un servicio intermitente, con agua procedente de pozos o manantiales no protegidos o tomaban el agua no tratada superficial de lagos, estanques, ríos o arroyos (OMS, 2022). Aproximadamente 829.000 personas a nivel mundial mueren cada año de disentería como consecuencia del agua contaminada, de estos 297.000 son niños menores de cinco años (OMS, 2022).