Enma Josefina Flores Pérez. Departamento de Ciencias de la Salud-UTPL.
Humanizar la atención al paciente en una preocupación constante para brindar una asistencia sanitaria de calidad. Enma Josefina Flores Pérez forma parte del grupo de investigación Cuidado Humanizado de la UTPL desde el que se trabaja para orientar la labor del personal de Enfermería hacia el trato directo y la preocupación por el estado físico y mental del paciente para evitar que su trabajo acabe propiciando una cosificación del enfermo.
“Yo les digo a mis estudiantes: cuando ustedes vean a un paciente, piensen en que él es lo más querido. Eres tú, es tu hijo, tu mamá, tu novio, tu esposo… Cualquiera de esas personas que más amas es el paciente, por lo tanto, el trato tiene que ser diferenciado, especial, carismático, como le queramos poner el nombre, y a eso nosotros le llamamos humanización del cuidado”, señala.
¿Cómo se puede conseguir esa humanización en la atención al paciente?
Partimos de lo establecido por Jean Watson sobre el cuidado humanizado que proyecta una referencia a las maravillas y misterios de la vida. Ella dice que la vida es lo más importante, que lo que tenemos que hacer es unirnos a los sentimientos del paciente para ser uno solo y entender lo que le pasa. Hace un reconocimiento a la dimensión de la vida espiritual y dice que cree en un poder interno que hay en cada persona y que eso hace que se cure.
¿Esa unidad espiritual es un apoyo a la ciencia?
El paciente es una unidad: mente, cuerpo y espíritu, y la salud es la unidad y armonía entre la mente, el cuerpo y el alma o espíritu. Si no hay esa unidad, si no hay esa armonía, se quiebra, se acaba. Esta armonía es la que yo pienso que es la más fuerte para nosotros, las enfermeras, por eso es que intentamos formar a los estudiantes con esa fuerza, que aprendan a conocer al paciente como un ser. Eso es lo que nos enseñan en la UTPL, que es parte del humanismo de Cristo, pensar en el otro como un yo. Yo le digo a mis estudiantes cuando ustedes vean a un paciente, piensen en que es lo más querido, eres tú, es tu hijo, tu mama, tu novio, tu esposo. Cualquiera de esas personas que más amas, ese el paciente, por lo tanto, el trato tiene que ser diferenciado, especial, carismático, como le queramos llamar, y a eso nosotros le llamamos humanización del cuidado.
¿Y qué recomendaría usted hacer para llevarlo a la práctica?
Si tuviéramos que dar unos tips, podríamos decir que hay que aprender a ver el paciente como un ser, una unidad entre mente, cuerpo y espíritu. Pensar en el otro como en mí mismo, dar un trato más diferenciado y atender al paciente como un todo entre mente, cuerpo y espíritu.
¿Cómo ve que están ejerciendo su tarea los profesionales de la Enfermería?
A veces se está cosificando al paciente. Y se ve como un escritorio, como una mesa, como uno más. Sucede cuando el profesional de Enfermería ya no está pensando en el paciente sino en su trabajo, en lo que gana, en el cumplimiento de una tarea. El trato ya no es humano, ya no es con carisma, con aprecio, con un reconocimiento de comunicación, sino que se limita a cumplir las órdenes del médico. En la Enfermería hay tres campos: la investigación, el cuidado del paciente y la formación. En el campo del cuidado lo que tenemos que hacer es estar vinculados totalmente con el paciente.
¿Y desde las universidades?
Siempre digo a mis estudiantes que nosotros, las enfermeras y los enfermeros, somos defensores del paciente, ese es un papel importantísimo. ¿Cómo? Cuando conoces su realidad, cuando nos hemos comunicado con él y sabemos qué le está pasando mejoras su autoestima. Yo creo que tenemos un papel fundamental en las universidades. Hay que lograr que el alumno entienda al paciente como un ser humano, como un todo integral. Entiendo a la Enfermería como la ciencia humana y como el arte que estudia el proceso salud-enfermedad mediante una relación profesional, personal, científica y ética.
En concreto, ¿cuál es el aporte desde la UTPL?
Hay un grupo de investigación que se llama Cuidado Humanizado, de la carrera de Enfermería. En este grupo se piensa que deberíamos seguir trabajando para dar resultados o hacer estudios de investigación que vayan en beneficio del paciente, en beneficio del usuario de los servicios. En cuanto a docencia, yo creo que es muy importante que toquemos el tema a través de las Teorías de Enfermería, sobre todo las que se orientan al cuidado humanizado.
¿Cuál debería ser la orientación de las políticas públicas?
Más recursos humanos y capacitación orientada a mantener o promover la salud del paciente. Las políticas públicas dicen claramente que la salud debe ser una obligación del Estado, pero también le dan parte de la responsabilidad al paciente para que cuide y mantenga su salud porque, como la Organización Mundial de la Salud dice: la salud es el completo bienestar físico, mental y social.
Pero la atención en salud no solo depende de la Enfermería.
La Enfermería es una hermosa carrera. Es una profesión muy especial a través de la cual se da el cuidado al paciente. Investigamos, formamos y prestamos atención y, cuando nosotros damos atención a los pacientes, debería ser de un alto nivel. El alto nivel está entendido en cuanto a considerar al ser humano en todas sus dimensiones como persona. Nuestros estudiantes deberían formarse con este pensamiento.
¿Qué les dice que deben hacer para implementarlo cuando cambien el aula por el hospital?
Además de lo que ya indicaba, es recomendable que el enfermero y la enfermera se preocupen por el cuidado físico y el cuidado espiritual del paciente, que se establezca siempre una relación de confianza y de seguridad para que el paciente pueda mejorar su autoestima. En síntesis, el profesional de Enfermería debe ser el defensor del paciente.
Esta entrevista forma parte de la Revista Perspectivas de Investigación, edición #51, correspondiente a los meses febrero-marzo 2020. Si quieres acceder a la revista completa clic aquí.