Elsa Cárdenas Sempértegui, profesora del Departamento de Ciencias Empresariales (UTPL)
Las relaciones entre la universidad y el mundo del trabajo son elementos clave en el debate educativo a nivel superior, principalmente en lo referente a inserción laboral y empleabilidad de los egresados, dos términos que muchas veces se usan como sinónimos pero que refieren realidades diferentes. La profesora Elsa Cárdenas lidera una línea de investigación de la UTPL que estudia la aplicación de ambos conceptos en la Educación Superior a través de la revisión y monitorización de los informes más significativos sobre inserción laboral elaborados por organismos e instituciones de educación internacionales y por diferentes universidades de Chile, México, Perú y Ecuador. “Nuestro objetivo es identificar los puntos comunes y los elementos diferenciadores de las universidades, especialmente en la región latinoamericana, y conocer la opinión de educadores, graduados y empleadores. La investigación también apunta a establecer una metodología adecuada en función de que somos un conglomerado, y esa metodología la podemos trasladar a muchas instituciones y con esos mismos criterios ir abordando el tema del mercado laboral y, sobre todo, de la inserción laboral de nuestros alumnos”.
Inserción laboral y empleabilidad parecen referir lo mismo…
A veces se usan indistintamente, pero inserción laboral es el proceso que se sigue para acceder al mercado laboral, mientras la empleabilidad es cuando ya se tiene un trabajo y es la etapa en la que se identifica cuáles fueron los aspectos positivos y negativos de la formación. La empleabilidad es un índice que indica cuántas personas realmente se han insertado. En nuestra investigación estudiamos la inserción laboral y la empleabilidad de estudiantes de Contabilidad. Se observó cómo el mercado laboral los aceptaba y cuáles eran las experiencias.
¿Qué particularidades observaron al revisar los informes de inserción laboral en Latinoamérica?
Por lo general, los informes en Latinoamérica llegan hasta al punto de determinar el proceso de inserción laboral. No se extienden a la empleabilidad, para lo cual se necesita otros informantes calificados, como los empleadores, y estos no hacen alusión a la empleabilidad, solo al proceso, porque el proceso de inserción laboral debe ser muy tomado en cuenta por las universidades para preparar a los estudiantes para que realicen ese proceso con éxito. Los elementos de la inserción se encuentran después de la graduación, pero son parte del compromiso que la universidad adquiere preparando a los estudiantes para el mercado laboral. En la empleabilidad se ve estadísticas y se hace uso de observatorios laborales. En ellos se determina estadísticas que dan a conocer en qué medida están aceptados estudiantes de diferentes ramas, profesiones o áreas.
¿Cuáles organismos deberían preocuparse de inserción y empleabilidad?
Básicamente, el Estado. En Costa Rica hay un observatorio organizado por el Consejo Nacional de Rectores que forma parte del Sistema Nacional de Evaluación y Acreditación de Calidad Universitaria. Ese observatorio laboral analiza constantemente todos los aspectos de empleabilidad que requiere el país en relación con las demandas sociales. Es un aporte a la comunidad que le puede servir al estudiante. Pero miremos cómo el observatorio ha sido decisivo en la proyección de las necesidades presentes o futuras de empleabilidad. Se necesita observatorios laborales, como hay en México y Chile. El de Chile, por ejemplo, integra a 12 universidades.
¿Y en Ecuador?
La producción de los observatorios laborales tiene que ser continua y dinámica para lograr mirar las tendencias actuales y proyectar. El Estado, a través del Ministerio de Trabajo, debería tener un observatorio laboral. En Ecuador, el Sistema Nacional de Evaluación y Acreditación, o el Consejo Nacional de Educación Superior, deberían tener un observatorio laboral. Al final, ellos tienen que dirigir la política educativa que, a su vez, debería estar en relación con las necesidades de formación que tiene el país para el presente y el futuro. Ninguna proyección de carrera se hace sin la necesidad social y ellos ya nos han caracterizado algunos campos o áreas que las universidades necesitamos desarrollar para que la comunidad lo sepa, en relación con este criterio.
¿Qué señalan en común los estudiantes de todos esos países?
Se identificó las falencias de formación desde el punto de vista de los graduados. En algunos casos, ellos destacan la poca vinculación entre la teoría y la práctica y el poco uso de tecnología para ser aplicada en su actividad laboral (softwares específicos para la carrera). Algunos alumnos se quejaron de la falta del inglés dentro de sus competencias, debido al trabajo en comercio exterior o aduanas. La universidad incorporó a partir del año 2000 al inglés en todas las carreras: hay una necesidad social de conocer el idioma. También se habló de la importancia de la parte ética en el manejo financiero, por ejemplo.
El Sistema Nacional de Evaluación y Acreditación o el Consejo Nacional de Educación Superior deberían tener un observatorio laboral. Tienen que dirigir la política educativa que debería estar relacionada con las necesidades del país en cuanto a formación para el presente y el futuro
¿Y los empleadores?
En la investigación se acudió a gremios para conocer, desde las áreas productivas, los requerimientos de un perfil profesional. Este espacio es muy importante para proyectar una oferta académica. Para esto es bueno preguntar a los empleadores. En la investigación se encuestó también a los jefes. Los empleadores comentaron que a algunos profesionales les hace falta contar con competencias comunicacionales. Otro hallazgo fue que los salarios, en promedio, son bajos en el sector privado.
¿Cómo se puede aplicar estas aportaciones?
Atendiendo el contexto social, sin llegar a tener solo elementos empresariales para atender el mercado laboral. Se debe potenciar en todas las ciencias y áreas. La empleabilidad mejora la calidad de vida de las personas. También se debe tomar en cuenta los estándares globales de los perfiles profesionales para facilitar el intercambio y la proyección de estar capacitado para trabajar en cualquier parte. Hay que fomentar la vinculación entre lo que se enseña y la vida profesional, establecer una relación con los graduados a través de educación continua, capacitación, actualización, postgrados y la proporción de insumos provenientes de exestudiantes a la universidad para actualización de carreras.
¿Reforzar la vinculación universidad-empresa después de la universidad?
Es una forma de vinculación y extensión. Si los aspectos de empleabilidad corresponden a los criterios de los empleadores, eso significaría también aportar a la academia, pues ellos aportarán sus relaciones y criterios para fortalecer los programas educativos. Se puede obtener también fondos externos y convenios. Si una industria tiene un requerimiento, el talento humano de la universidad es básico para cumplirlo. La universidad tiene multitud de convenios en las áreas de empresas, producción, bioquímica, medicina, etc.
Sin olvidarnos de los observatorios laborales que mencionaba…
Muchas aristas se pueden potenciar con los observatorios laborales. Deberían ser parte del Gobierno y de las universidades. Países del primer mundo tienen estudios muy profundos sobre inserción laboral y empleabilidad a escala nacional. Es muy importante ser constantes en estos estudios y formalizar informantes idóneos. El INEC tiene muy buena información, pero se requiere información más específica y cualitativa, no solo cuantitativa.
Esta entrevista forma parte de la Revista Perspectivas de Investigación, edición #53, correspondiente a los meses junio-julio 2020. Si quieres acceder a la revista completa clic aquí.