En el siglo XVI durante la época colonial, en la llamada Real Audiencia de Quito, se instaló en el convento de San Francisco la “Escuela Quiteña de Artes y Oficios”. Su impacto en la región fue tal, que se conoce con el nombre de “Escuela Quiteña” al conjunto de manifestaciones artísticas que se dieron entre los siglos XVI y XIX desde Pasto y Popayán, al norte, hasta Piura y Cajamarca, al sur. Las obras, reflejan el proceso de transculturación entre lo indígena y lo europeo, siendo una de las manifestaciones más ricas del mestizaje y sincretismo.
La herencia de esta tradición llegó a San Antonio a través de Daniel Reyes (1860-1949) oriundo de esta localidad y discípulo de José Domingo Carrillo (1850-1883) considerado el último exponente de la “Escuela Quiteña”. Daniel Reyes, al volver a su tierra, lidera un movimiento artístico donde funda, junto a sus hermanos Luis y Fidel, el Liceo Artístico. En este lugar se formaba tanto a niños como jóvenes, para estos últimos, ofrecía una escuela de artes y oficios donde se enseñaba pintura, escultura o carpintería.
En la actualidad, el oficio pervive pese a las sucesivas crisis que ha sufrido el sector, en especial, la sucedida a inicio de siglo cuando la dolarización alejó a turistas, principalmente colombianos, debido al encarecimiento de los productos. Aún así, su herencia se mantiene viva y San Antonio sigue siendo uno de los grandes referentes culturales del Ecuador.