“Es difícil decir que existe un ecosistema ideal para la convivencia de los anfibios, puesto que como especie se adaptan”
La Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL) a través del Departamento de Ciencias Biológicas y Agropecuarias, de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, y con la participación de docentes investigadores del Grupo de Investigación EcoSsLab, estudiantes de la titulación de Gestión Ambiental, estudiantes de la maestría de Biología de la Conservación y Ecología Tropical, y dos profesores de universidades europeas desarrollan el proyecto denominado “Protegiendo el bosque seco tropical, hogar de anfibios únicos”, el cual está a cargo del docente investigador Diego Armijos. La iniciativa refleja el interés de conocer cómo animales que dependen del agua y la humedad pueden adaptarse a ecosistemas secos y sobrevivir largos periodos sin la presencia de lluvia.
¿Es posible que este tipo de seres vivos se adapten a estos entornos?
Efectivamente. Sin embargo, desde nuestro estudio hemos evidenciado que los bosques tropicales estacionalmente secos presentan varios retos a los que estos organismos deben enfrentarse, siendo la estacionalidad climática, con un periodo de sequía de alrededor de ocho meses en promedio, uno de los factores más determinantes. Además, los anfibios son organismos especialmente susceptibles a la desecación, por lo que esta condición debería implicar una limitación para el establecimiento de estos animales en los ecosistemas secos, pero no es así, y más bien se evidencia un proceso importante de adaptación.
¿Por qué estudiar estos ambientes?
El estudio se ha enfocado en el neotrópico, con particular atención en las Costas de Ecuador y Perú, donde los ecosistemas estacionalmente secos son considerados prioritarios para la conservación, al enfrentarse a serios problemas de deforestación y degradación. De esta manera, estos ecosistemas resultan entre los más amenazados del mundo y, en el caso de los anfibios, al enfrentar limitaciones ecológicas, afrontan un verdadero desafío.
Los anfibios normalmente se asocian a hábitats húmedos, ¿podrían realmente sobrevivir en un bosque seco?
Nuestro estudio ha indagado en las características del hábitat, junto con la filogenia y rasgos funcionales de las especies, lo que determina la composición de los ensambles de anfibios. Esta información sirvió precisamente para determinar las localidades prioritarias para la conservación de anfibios en ecosistemas secos y entender de mejor manera el funcionamiento de estos, su potencial, servicios ambientales y amenazas. Es importante señalar que Ecuador es uno de los países con mayor diversidad de anfibios, cuyo registro señala alrededor de 660 especies, las cuales se han distribuido en todos los ecosistemas, y por es difícil decir cuál es el hábitat ideal, pues son animales que se adaptan.
Por la diversidad de anfibios que nos señala, ¿cómo realizaron la investigación?
El campo de estudio es amplio, pero, en este caso, nuestros esfuerzos se orientaron a conocer el comportamiento en ecosistemas secos, por lo que se descartaron otras regiones en las que es habitual mirar a los anfibios, como es el caso de la Amazonía ecuatoriana. En su desarrollo, este trabajo ha tenido un fuerte componente de campo, realizando visitas a los bosques secos de la Costa de Ecuador y Perú, con salidas durante la noche, priorizando los periodos de lluvia. La información obtenida fue organizada en la oficina, utilizando también sistemas de información geográfica.
Al incursionar en esta experiencia ¿qué impacto han consolidado hasta el momento?
Evidentemente lo transcendental es la información que se puedan alcanzar, por lo que hasta el momento tenemos algunos hallazgos importantes. El trabajo en campo ha servido para generar una base de datos que contribuye con información de estos ecosistemas, por ejemplo, en la elaboración de la Lista Roja de Anfibios de Ecuador, pues somos un país privilegiado en cuanto a estas especies, pero la mayoría están amenazadas. Adicionalmente, se ha generado un documento técnico de zonas prioritarias para la conservación de anfibios, en especial para el uso del Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica, y también la publicación de un artículo científico en la revista Zookeys que reporta información, distribución y aspectos ecológicos de las especies de anfibios que se encuentran en los bosques secos de Ecuador y Perú.
¿Qué contribución tiene este trabajo a nivel de Ecuador?
La información que se obtiene busca generar conocimiento acerca de los ensamblajes de anfibios en los bosques secos, a diferentes escalas y, a partir de ello, esta puede ser utilizada por tomadores de decisiones para el desarrollo de estrategias de protección y restauración que contribuyan a la conservación de anfibios en los ecosistemas secos neotropicales. Es necesario reconocer como punto clave, y a pesar de no tener aún aplicación directa, que los anfibios tienen un enorme potencial en la industria farmacéutica debido a la cantidad de principios activos que tienen en su piel, y que potencialmente pueden ser la base para encontrar la cura de muchas enfermedades, lo que se fortalece con la diversidad de especies visibles en Ecuador.
¿Y a nivel de conservación?
La información es nuestra principal herramienta para generar programas de conservación, así como para promover medidas de restauración de los ecosistemas que favorezcan la diversidad en general, además de garantizar a largo plazo la provisión de bienes y servicios ecosistémicos. En Ecuador más del 60% de especies de anfibios se encuentran amenazadas y por eso resulta imprescindible hablar de conservación. También se pretende que la colectividad valore la biodiversidad disponible en Ecuador y los servicios ambientales que se brindan, entendiendo que la naturaleza funciona como un sistema y que los anfibios son parte importante de este, principalmente por el control biológico que realizan al protegernos de insectos que pueden afectar a los bosques, cultivos e incluso la salud humana.
En esta conservación, ¿son prioridad los bosques secos?
Hemos identificado que deben priorizarse aquellos bosques que se encuentra fuera de las áreas protegidas ya que son lugares interesantes y con especies únicas, en el caso de anfibios. Como universidad, nuestra función es generar información que pueda ser utilizada por el Estado para mejorar las decisiones que se toman, así como para el planteamiento de políticas públicas enfocadas en la preservación de la biodiversidad. Los anfibios están asociados al agua y dependen de ella para vivir, por su relación directa con la preservación de fuentes hídricas, no se debe descartar el cuidado de otros entornos cuyas características son diferentes, pero a los que las especies se han adaptado.
Importancia del cuidado de los anfibios
• La conservación de anfibios implica la preservación de las fuentes de agua
• Los anfibios cumplen funciones importantes dentro de los ecosistemas, entre ellas:
– Control biológico de plagas, puesto que se alimentan de insectos, que pueden representar un riesgo tanto para seres humanos como para cultivos
– Encargados de mantener un equilibrio en cuanto a poblaciones de insectos
• Presentan un gran potencial que ayuda en los avances médicos: – Se estudian principios activos que se extraen a partir de elementos químicos que se sintetizan en la piel de las ranas.
Este artículo forma parte de la Revista Perspectivas de Investigación, edición #65, correspondiente a los meses junio-julio 2022. Si quieres acceder a la revista completa clic aquí.