Entrevista a Natalia Bailón-Moscoso, profesora del Departamento de Ciencias de la Salud de la UTPL.
Los plaguicidas pueden provocar efectos biológicos nocivos en la salud de la población, a mediano y largo plazo, y pueden afectar los sistemas inmunológico, nervioso, endocrino y reproductivo. El daño al ADN también se ha relacionado con la exposición a pesticidas y puede llegar a causar abortos, enfermedades degenerativas y cáncer. La profesora Natalia Bailón ha estudiado si las mujeres que están expuestas de manera indirectamente a plaguicidas presentan un estado de salud comprometido, incluido el efecto genotóxico. Su investigación se orientó a determinar los efectos sobre mujeres expuestas a plaguicidas en Chimchanga y Colaisaca, en el sur de Ecuador: “decidimos hacer el estudio con las mujeres porque ellas ayudan en el trabajo agrícola, pero no esparcen los químicos directamente, pero están en la zona agrícola acarreando agua, llevando la comida, haciendo otras actividades, por tanto, existe una exposición indirecta. Muchas de las veces, ellas no están conscientes de que están expuestas a los pesticidas y no toman medidas de prevención al respecto. En esto radica la importancia del estudio, al no ser una exposición de tipo ocupacional”. Los resultados confirman tanto toxicidad hepática como incremento de daño en el ADN.
La toxicidad se refiere al potencial de una sustancia, como un pesticida, de causar daño a la estructura o funciones de un organismo expuesto. Pero ¿qué es la genotoxicidad?
Genotoxicidad significa daño en el “material genético” incluye tanto ADN como a los componentes celulares relacionados con la funcionalidad y comportamiento de los cromosomas. El ADN es la molécula más importante porque en esta se transcribe la información genética, que es la que permite tener las funciones y estructuras. Sabemos que el ADN tiene la capacidad de reparar estos daños, sin embargo, al estar expuesto a diferentes agentes, el ADN se puede romper o generar cambios en su estructura que conlleva a que la célula pudiera dejar de funcionar adecuadamente.
¿De qué tipos de agentes estamos hablando?
Pueden ser de tipo químico, físicos y biológicos. La radiación, por ejemplo, razón por la cual se recomienda no realizarse muchas radiografías, el tabaco -del que se conoce que tiene más de 100 sustancias que pudiesen generar daño al ADN-, y agentes biológicos como el virus HPV son capaces de romper o modificar el ADN. Dependiendo del tipo de célula que esté afectada, los efectos serán diferentes. En células somáticas, no espermatozoides ni óvulos, se pueden generar enfermedades como cáncer. Sin embargo, si el daño es en el óvulo o los espermatozoides se pueden generar enfermedades en la descendencia.
¿Cuáles son los efectos biológicos que pueden tener los pesticidas?
Existen muchos estudios que confirman que el uso excesivo de pesticidas genera problemas de salud como pueden ser de tipo inmunológico, incluyendo problemas en la piel, daño hepático, disrupción hormonal afectando varios procesos metabólicos, afecta notablemente al sistema nervioso central y pueden desencadenar distintos tipos de cáncer.
Ustedes han estudiado el impacto en mujeres ecuatorianas del Sur del Ecuador
El estudio se realizó en Calvas, en fincas pequeñas, no en un gran terreno agrícola: cada uno tenía su huerto y la producción era en gran medida para mantener a la familia. Participaron mujeres entre 18 y 60 años, a quienes se les informó sobre la investigación y estuvieron de acuerdo en participar. Mujeres con antecedentes de cáncer fue un criterio de exclusión para el estudio. Con las muestras obtenidas se trabajó parámetros bioquímicos, de daño genotóxico y la susceptibilidad genética. En cuanto a la susceptibilidad genética, nos enfocamos en una enzima denominada PON1, que normalmente se encarga de metabolizar y eliminar a los pesticidas del cuerpo, sin embargo, algunas variantes genéticas de la enzima hacen que el pesticida en el cuerpo se vuelva más tóxico.
¿Según el estudio que efectos se observaron?
Entonces, es un grupo de personas con exposición indirecta en el que se ha estudiado el daño hepático, daño renal, daño genotóxico y anemia. En el estudio, se observa que existe daño hepático y genotóxico. Los otros parámetros están dentro de lo normal.
¿Los resultados confirman posibles daños?
Sí. Lastimosamente se ve que las enzimas correspondientes al funcionamiento hepático están alteradas, aunque no se podría decir que es un daño prolongado, dado al tipo de estudio. Se ve un incremento de daño medido por la frecuente presencia de micro núcleos, que es la prueba de genotoxicidad. Se ve una correlación por la susceptibilidad genética en el incremento de micronúcleos con base en un tipo específico de problema. El estudio se hizo en tres zonas: Cariamanga (grupo control de mujeres que no trabajan cerca de pesticidas), Colaisaca, y Chimchanga. En Colaisaca es donde las mujeres presentan mayor daño y, de acuerdo con su correlación con las encuestas, justamente es allí donde se coloca con más agresividad los pesticidas en la zona.
Investigan los efectos en la salud de las mujeres expuestas a plaguicidas en Chimchanga y Colaisaca, las mismas que tienen una exposición indirecta a los mismos, por desarrollar actividades en las zonas agrícolas.
¿Y qué sugieren para ayudar a evitarlo?
Es importante recalcar que casi ninguna de las personas utiliza equipo de protección incluso en el momento de esparcir los pesticidas o estar haciendo actividades en la zona agrícola y tampoco separan la ropa usada durante la aplicación de pesticidas del resto de la ropa, entonces, se están contaminado no solo durante el proceso de esparcir sino también en otros momentos. También no se almacenan los pesticidas de manera separada, en algunos lugares incluso estaban junto a la cocina. Además, generalmente, las personas que son capacitadas sobre los peligros de los pesticidas son las personas que esparcen, que en nuestra sociedad comúnmente son los varones, y muy pocas veces se hace capacitaciones al grupo familiar, generando que no todos los integrantes de la familia conozcan del riesgo de la exposición a pesticidas. Por ejemplo, los niños son muy vulnerables porque quizás están jugando en contacto con la tierra. De allí, que creo que la capacitación a todas las personas involucradas sería ideal para que conozcan de los efectos de estos compuestos y que se vayan tomando medidas de prevención.
¿Quién colabora con ustedes en sus líneas de investigación?
Biomedicina y Ambiente es el Grupo en el que trabajamos estas investigaciones en la UTPL. Estamos continuando en esta línea de investigación con el apoyo de profesores de la Universidad Autónoma de México y de Brasil para comenzar con la siguiente fase de trabajo en otras zonas de la provincia y en otro tipo de cultivos (arroz, café, maíz).
¿Hacia dónde se orientan sus objetivos inmediatos?
La idea es conocer la distribución de pesticidas en nuestra zona (sur) e ir generando información tanto para la población que se dedica a la agricultura, pero también para aquellos que, aunque no es su ocupación, pero se encuentran dentro de las zonas tomen medidas de prevención adecuadas. Por otro lado, esta información también permitiría tanto al Ministerio de Salud como al Ministerio de Agricultura corroborar, si efectivamente, los límites permitidos para estas sustancias en el agua o en el suelo, son los adecuados y no están causando un daño a la salud de la población y en las siguientes generaciones.
Esta entrevista forma parte de la Revista Perspectivas de Investigación, edición #55, correspondiente a los meses octubre-noviembre 2020. Si quieres acceder a la revista completa clic aquí.