Un mundo por conocer

INTERCAMBIO BIÓTICO AMERICANO

El páramo ha tenido sus propias dinámicas que obedecen a la historia natural, en la que han intervenido eventos catastróficos en la modificación y alteración del suelo, y los mecanismos de persistencia y recuperación de la biodiversidad. Los eventos más relevantes han sido los de tipo geológico como la deriva continental, tectónica de placas, levantamiento de cordilleras, actividad volcánica, ciclos glaciares interglaciares, y la conexión con el istmo de Panamá (franja alargada y estrecha de terreno), que unió a la parte norte con el sur del continente americano (Vásquez y Buitrago, 2011), todos estos factores han influido en el aislamiento de las páramos como islas biogeográficas que hoy en día se conocen (van der Hammen, 1992 en AguilarGaravito y Ramírez-Hernández, 2021).

ZONA BIODIVERSA EN CONDICIONES ADVERSAS

Los páramos presentan una gran estabilidad anual de temperaturas, pero elevada amplitud térmica diaria, debido a la altitud en la que se encuentran, la temperatura promedio está entre los 2 y 10 °C, la temperatura va desde el frío congelante en la noche, y calor durante el día con una alta radiación solar que fácilmente puede superar los 30 °C en pleno sol, la precipitación anual está entre los 600 a 4.000 mm (Podwojewski y Poulenard, 2011). Los páramos pueden ser húmedos con estaciones de lluvias poco marcadas, y también pueden presentar mucha humedad durante muchos meses. La baja presión atmosférica, vientos descantes, la perpendicularidad de los rayos del sol incide en altos valores de radiación e insolación (Serrano y Galárraga, 2015). A pesar de estar ubicados a más de 3.000 m de altitud y presentar varias limitantes para las diversas formas de vida, los páramos presentan una amplia biodiversidad, y mucha de ésta es única y otras se comparten con los ecosistemas cercanos (Mena-Vásconez, 2010).

VEGETACIÓN ÚNICA DEL PÁRAMO

La vegetación de los páramos se presume tiene dos fuentes: la primera (las más antigua) que evolución durante la elevación de la cordillera de los Andes, que era vegetación común en tierras bajas y que se adaptó paulatinamente a las alturas, y la segunda (la más moderna) que llegó del sur o del norte del continente, y que se adoptó por su capacidad de resistir al frío del invierno (Vásquez y Buitrago, 2011). Se estima que alrededor de 697 especies de plantas son endémicas en los páramos ecuatorianos (León-Yánez et al., 2011), que equivale aproximadamente al 15% de la flora endémica del país y el 4% del total de la flora (Hofstede et al., 2014). La vegetación de los páramos se caracteriza según Vásquez y Buitrago (2011), por:

– Un crecimiento lento, a causa de las bajas temperaturas, y los procesos de fotosíntesis y absorción de los nutrientes lentos.

– Dificultad de absorber los nutrientes debido a los cambios de temperatura diarios.

– Lenta descomposición de la materia orgánica, ya que los descomponedores trabajan despacio por el intenso frío.

– Hojas quemadas por los rayos ultravioletas que son intensos y llegan directamente.

– Baja producción primaria, debido a la baja disponibilidad de oxígeno y las bajas temperaturas, la descomposición es más lenta.

– Un proceso de sucesión lento, que es lo cambio de distribución de las plantas y organización en el tiempo y espacio luego de un proceso de perturbación.

ANIMALES CON DEMANDAS LIMITADAS Y EXCLUSIVAS

Se estima que la gran mayoría de especies como mamíferos y aves usan al páramo como un corredor o zona de transición para realizar sus actividades en otros ecosistemas como el bosque de montaña. Pero los animales propios del páramo presentan rasgos característicos que los convierte en especies únicas (Llambí et al., 2012). Para vivir en el páramo, las adaptaciones que presentan los animales son fisiológicas, anatómicas y de comportamiento. Según Vásquez y Buitrago (2011) las adaptaciones son:

– Metabolismo lento: funciones del organismo más lentos, para conservar el calor, tal como lo hacen los anfibios, aves y mamíferos.

– Alto nivel de oxígeno en la sangre: debido a que a mayor altitud menor es la cantidad de oxígeno, en este caso las aves y mamíferos se han adaptado para sobrevivir.

– Colores oscuros: para retener el calor y mantener la temperatura media de su cuerpo, usan esta estrategia los anfibios, reptiles, aves y mamíferos.

– Estructuras protectoras para el frío: la presencia de plumas, pelos, capas de grasas bajo la piel, pelaje denso, para retener el calor y protegerse de la radiación, en mamíferos y aves.

– Comportamientos: para mantener el calor, reciben el sol durante el día, y van a lugares abrigados en la noche, los insectos y reptiles lo practican.

FAUNA ÚNICA Y DESCONOCIDA

La diversidad de las especies está influenciada por el tamaño del páramo, la distancia de otros páramos y la humedad relativa del microclima (Hofstede, et al., 2003).

El grupo de las aves son los animales más diversos, entre las especies emblemáticas de todo el continente se encuentra el cóndor (Vultur gryphus), otra de las especies característica es el curiquingue, además gavilanes, gaviotas de altura, bandurrias, aves menores, y especies de aves migratorias. Entre los mamíferos que usan al páramo como hábitat transitorio, están el oso de anteojos (Tremarctos ornatus), la danta de montaña (Tapirus pinchaque) y el puma (Puma concolor), otros mamíferos presentes son conejos, gatos, lobos de páramo, ratones de campo, y murciélagos, muchas de estas especies habitan en el límite superior del bosque o en el subpáramo (Llambí et al., 2012; MenaVásconez et al., 2011). Los reptiles son escasos, en anfibios el 5,28 % de anfibios se encuentran en el páramo (Vázquez, 2011), en este grupo se encuentran ranas propias de altura, (Hofstede et al., 2014), y una de las especies recién descrita para la provincia de Loja Pristimantis lojanus (Székely et al., 2021). Con respecto a los peces está la preñadilla. Y entre los invertebrados los anélidos (Hofstede et al., 2014).

ALGUNAS RELACIONES SIMBIÓTICAS QUE OCURREN EN EL PÁRAMO

Los seres vivos se relacionan a través de la simbiosis que corresponde a la interacción entre dos o más organismos biológicos, o simbiontes, los cuales pueden o no ayudarse para sobrevivir (WWF, 2021). En el páramo al igual que en el resto de ecosistemas, existen organismos (productores primarios o autótrofos) que producen su propio alimento por medio de la síntesis de la energía lumínica (fotosíntesis), y organismos (consumidores o heterótrofos) que se alimentan de otros para obtener energía (Llambí et al., 2012). Las interacciones pueden ocurrir entre individuos de la misma especie o de diferentes especies. Algunas de las relaciones según Vásquez y Buitrago (2011), son:

– Protección: las plantas han creado mecanismos de defensa para evitar que los animales se las coman, por ejemplo, la producción de venenos, sabores fuertes, espinas, pelusas, etc.

– Refugio: muchos animales pequeños como artrópodos, y ranas encuentran un hogar en las plantas.

– Abrigo: la estructura de los musgos, hojarasca y hojas peludas sirven para proteger del frío a algunas ranas y lagartijas.

– Reproducción: Muchos animales que visitan a las plantas en busca de néctar, van llevando consigo el polen hacia otras flores de la misma especie para que ocurra la polinización.

– Alimentación: la producción de frutos dulces y nutritivos por parte de las plantas es un atrayente para aves y murciélagos, que ayudan a la dispersión de semillas (MoralesBetancourt y Estévez-Varón, 2006).

PÁRAMOS DEL SUR DEL ECUADOR

La zona sur del Ecuador se caracteriza por la diversidad climática, biológica y multiétnica, los ecosistemas son afectados por las variaciones del clima y por elementos topográficos, debido a que la cordillera de los Andes presenta una caída altitudinal extrema conocida como la Depresión de Huancabamba, la misma que es una barrera climática (Rollenbeck et al., 2011, en Samaniego-Rojas et al., 2015), haciendo esta sección de la cordillera más estrecha, intrincada y baja. En consecuencia, los páramos del sur a partir de línea Girón Paute, comienzan a menor altura por efecto de la montaña, desde este punto la cordillera es más angosta y más baja, esto ocasiona una comprensión de las masas de aire que suben, lo que provoca una condensación y enfriamiento más intenso y por ende la aparición más baja del páramo, y en la provincia de Loja, los páramos inician antes de los 3000 m.s.n.m. (Hofstede et al., 2003). El suelo de los páramos del sur no presenta una cobertura piroclástica debido a la ausencia de volcanes y las variaciones en las formaciones superficiales son perceptibles (Winckell y Zebrowski, 1997 en Podwojewski y Poulenard, 2011).

ALTERACIÓN DEL PÁRAMO POR LA INTERVENCIÓN HUMANA

Hay evidencias de que el páramo ha tenido una interacción con la sociedad desde el principio de la ocupación del continente por la especie humana desde hace 10.000 años. Debido a esta larga trayectoria de ocupación y el uso constante e intenso de muchas regiones de páramo en los últimos siglos, éste comienza a ser visto como un ecosistema en permanente interacción con la sociedad (socio-ecosistema) (Hofstede et al., 2014).

– Las practicas ganaderas desde tiempo de la colonia.

– El avance de la frontera agrícola en tierras de páramo.

– Quema de vegetación.

– Introducción de especies vegetales exóticas.

– Minería.

– Cacería de animales.

– Extracción de leña.

– Desarrollo de turismo mal planificado.

– Manejo de residuos sólidos.

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Periodista especializado en ciencia, documentalista, fotógrafo y diseñador, responsable de Cultura Científica - DIRCOM en la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL) y co-editor y redactor de la Revista "Perspectivas de investigación". Magíster en Estudios de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación por la Universidad de Oviedo, Universidad de Salamanca y la Universidad Politécnica de Valencia y miembro de la Asociación Española de Comunicación Científica (AEC2). Entre los documentales que ha dirigido, destacan, "Páramos, donde nace la vida", "Lágrimas de vida" y "Café de Loja: Ciencia, Arte y Tradición".