Por: Cristina Díaz de la Cruz
En la Carta Encíclica Laudato Si, el Papa Francisco nos invita a una transformación cultural a favor de lo que él llama una “ecología integral”. Según el Santo Padre, la ecología integral incluye las dimensiones ambiental, económica, social y cultural. Él nos invita a recuperar la preocupación por la interrelación entre todos estos contextos, de tal manera que podamos dar solución a la crisis socioambiental en la que estamos inmersos, buscando la promoción del bien común y la justicia, no solo en el mundo actual sino también para las futuras generaciones.
Con el propósito de hacer vivenciales estas propuestas del Santo Padre, cada persona y cada organización humana debería plantearse la pregunta acerca de cuál debe ser su aporte para sumar en la consecución de un mundo más justo y más inclusivo.
Una universidad católica con vocación social como la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL) no puede quedarse al margen. Aunque la exclusión social no esté relacionada solamente con cuestiones económicas, es evidente que para hacer más inclusiva la educación superior de calidad deben existir aportes significativos de todos los agentes implicados en el sistema dirigidos a que quienes cuentan con escasos recursos económicos accedan a la vida universitaria.
En este contexto debemos recordar siempre que la ayuda a quienes más necesitan siempre será ofrecida, de un modo o de otro, por el conjunto de la sociedad. En el caso de que exista apoyo por parte del Estado, se tratará de una ayuda de toda la sociedad. Y en el caso de que sea financiada exclusivamente por instituciones privadas, vendrá del conjunto de personas que aportan a esta institución con sus propios recursos económicos. Independientemente del caso, es importante reconocer la responsabilidad de las universidades privadas para seguir haciendo posible una educación inclusiva.
Por todo ello, el compromiso irrevocable que asumimos como universidad es el de la buena administración de dichos recursos y el esfuerzo real por maximizar su impacto positivo, sin perjudicar a quienes contribuyen con sus recursos propios, fruto de su esfuerzo personal depositado en la esperanza de alcanzar sus sueños. Nos comprometemos a seguir trabajando, con creatividad y profesionalidad, para hacer posibles los sueños de todos.
Este editorial forma parte de la Revista Perspectivas de Investigación, edición #61, correspondiente a los meses octubre-noviembre 2021. Si quieres acceder a la revista completa clic aquí.