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En el escenario más desfavorable se produciría un retroceso de aproximadamente una década en relación con la mejora alcanzada en Ecuador en cuanto a la reducción de pobreza.

Desde diciembre de 2019, con la aparición de la Covid-19 (coronavirus) en China, todos los países del mundo se pusieron en alerta frente a la posibilidad de una pandemia debido a la dispersión del virus en varios continentes, afectando la salud de una parte considerable de la población.

Estos temores se hicieron realidad cuando, el 11 de marzo de 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el brote del coronavirus como una pandemia global. Hoy en día, todo el planeta está afectado. La COVID-19 ha provocado que se paralicen las actividades económicas en el mundo con efectos negativos sobre la economía y el bienestar de la población.

Ante la pandemia, todos los países, incluido Ecuador, han impulsado iniciativas orientadas a mitigar los contagios. Las medidas tomadas por el Gobierno ecuatoriano para precautelar la salud de la población podrían tener tres tipos de consecuencias:

  1. Incremento de los gastos realizados para atender necesidades, por encima de las asignaciones presupuestarias;
  2. Contracción de la economía;
  3. Aumento de las condiciones desfavorables en la población vulnerable.

Un equipo de investigación de la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL) trabaja para identificar los impactos de la COVID-19 sobre la pobreza en Ecuador. Como señala Diego Fernando García Vélez, profesor del Departamento de Economía de la institución, “la población vulnerable podría ser afectada de manera desfavorable a través de dos vías. En la primera, por los efectos en adultos mayores y personas vulnerables (personas con enfermedades catastróficas, asmáticas y con Diabetes) ya que son más sensibles al virus debido a su débil sistema inmunitario”.

“En la segunda, que es objeto del estudio de los expertos de la universidad, se considera que, ante una contracción de la economía y la paralización de las actividades, una gran parte de la población verá disminuidos sus ingresos (o no recibirán), lo que a su vez ocasionaría que estas personas (y sus hogares) se mantengan o formen parte de la población en situación de pobreza o extrema pobreza, ocasionando que se expandan de una forma más amplia y acelerada las condiciones de desigualdad en el país”, añade.

En diciembre de 2019 la tasa de pobreza en Ecuador era del 25%, es decir, 1 de cada 4 ecuatorianos se encontraba en situación de pobreza por ingresos. Debido a los efectos de la COVID-19, este indicador podría incrementarse hasta el 27%, 29% o 34% si los ingresos de los hogares disminuyen en un 5%,10% o 20%, respectivamente.

Esta investigación, impulsada desde el Grupo de Investigación de Economía Urbana y Regional (GIEUR) de la Universidad Técnica Particular de Loja, fue desarrollada por los docentes-investigadores Ronny Correa-Quezada y Diego García-Vélez. La investigación forma parte de un proyecto más amplio, denominado Propuestas de reactivación económica frente a la COVID-19 en Ecuador, el cual abarca informes sobre el impacto de la pandemia en la pobreza, empleo, turismo, remesas, economía local, entre otros aspectos y cuenta con la participación de todos los investigadores del GIEUR.

“Esta es una investigación que surgió de la coyuntura, por lo cual no hay investigaciones anteriores. En el ámbito internacional existen varios informes, principalmente de la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (Cepal) y de la Organización de Naciones Unidas (ONU). Mientras, en el ámbito nacional, este es uno de los primeros informes publicados relacionados con la pobreza, quizás el primero”, explica el profesor García Vélez.

En la investigación se planteó escenarios en cuanto a la reducción de los ingresos que podría sufrir la población, considerando tres supuestos relacionados con la pobreza y las condiciones de empleo. Además, se consideró el aporte del Bono de Protección Familiar aplicado por el Gobierno Nacional para las familias en situación de vulnerabilidad. En función de ello se estimó las tasas de pobreza aplicando la metodología del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), pero aplicando las condiciones propias de los escenarios planteados.

Los resultados de la investigación impulsada desde la UTPL son significativos: a diciembre de 2019 la tasa de pobreza en Ecuador era del 25%, es decir que uno de cada cuatro ecuatorianos se encontraba en situación de pobreza por ingresos. Sin embargo, debido a los efectos de la COVID-19, la pobreza en Ecuador podría incrementarse hasta el 27%, 29% o 34% si los ingresos de los hogares disminuyen en un 5%,10% o 20%, respectivamente. Según Diego Fernando García Vélez, esto significaría “que en el escenario más desfavorable se produciría un retroceso de aproximadamente una década en relación con la mejora alcanzada en Ecuador en cuanto a la reducción de pobreza”.

Este estudio aporta para que, desde los distintos niveles de Gobierno, se diseñe y ejecute políticas públicas que contribuyan a la protección de la población vulnerable que se verá afectada por la COVID-19. Además, contribuye con información vital que puede ser utilizada tanto por la academia, el sector privado y la sociedad civil en los diferentes proyectos de reactivación económica para el país.

“Aún no se conoce a ciencia cierta, dice el experto, cuál será la afectación definitiva de la COVID-19 sobre los ingresos de la población. Por lo tanto, estos informes se deben ir actualizando a medida que avanza la emergencia sanitaria. Este reporte permite que la colectividad esté al tanto de la situación actual del país y de las previsiones en cuanto la pobreza. El sector privado puede utilizarlo para plantear propuestas de reactivación económica desde el sector empresarial”.

Reinventa Ecuador

“Silicochem” y “Mujeres Wow”, emprendimientos incubados en el Centro de Innovación y Emprendimiento Prendho de la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL), son los ganadores de Reinventa Ecuador en los retos denominados “Cinco mil millones” y “Soluciones a los desafíos del emprendimiento y la innovación”, respectivamente. Esta es una iniciativa de la Alianza para el Emprendimiento e Innovación (AEI) y de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para promover ideas con potencial para promover la recuperación económica de Ecuador.

Ambos proyectos superaron a otras 785 ideas sometidas al análisis de más de 30 expertos en Economía, Emprendimiento, Medio Ambiente. Los dos emprendimientos serán involucrados en un proceso de co creación cuyo resultado será la construcción del Plan Estratégico de Competitividad por el Emprendimiento e Innovación del Ecuador y del Gran Pacto Ciudadano por el Desarrollo, los cuales contarán con la participación de los sectores público y privado, liderados por AEI y la ONU, con el apoyo de la Corporación Líderes para Gobernar (CLPG) y EDES Business School UTPL.

Silicochem

Es un emprendimiento especializado en utilizar biotecnología para producir biomasa de alto valor agregado para, así, democratizar el consumo de Omega-3 y Omega-6 con una levadura transgénica capaz de producirlos rápidamente y a bajo costo. Este emprendimiento recibirá acompañamiento técnico, legal y comunicacional para fortalecer su propuesta de valor durante todo el proceso de implementación de la idea. También será parte de la publicación de la Estrategia de Emprendimiento Innovador al 2030 desarrollada por AEI.

Mujeres Wow

Es un emprendimiento dirigido al público femenino interesado en acceder a préstamos para la potenciación de ideas de negocio a través de una comunidad basada sobre la sororidad. Esta iniciativa se posicionó en el primer lugar de la categoría “Soluciones a los desafíos del emprendimiento y la innovación”, la cual se enfocó en fortalecer el impacto directo e indirecto en las ventas, exportaciones y financiamiento para emprendedores, en el gasto real en I+D+i (investigación, desarrollo e innovación), en los beneficiarios y en la calidad de servicios.

Este reportaje forma parte de la Revista Perspectivas de Investigación, edición #55, correspondiente a los meses octubre-noviembre 2020. Si quieres acceder a la revista completa clic aquí.

Magíster en Comunicación y Educación Audiovisual (Universidad de Huelva y Universidad Internacional de Andalucía – España). Licenciada en Comunicación Social por la Universidad Técnica Particular de Loja - UTPL. Docente del Departamento de Ciencias de la Comunicación e integrante del Grupo de Investigación “Comunicación, Educación y Tecnologías” CET de la UTPL. Miembro del consejo editorial de la revista Perspectivas de Investigación – UTPL y de la Red ALFAMED.