La socióloga Saskia Sassen es una de las voces más respetadas sobre el estudio del fenómeno urbano y la globalización. Profesora de la Universidad de Columbia (EE.UU) es autora de más de 20 libros entre los que destacan “La ciudad global”, “Expulsiones” e “Inmigrantes y ciudadanos”. Estuvo presente en la Universidad Técnica Particular de Loja, en el congreso Metamorfosis de las Ciencias Sociales y Humanidades.
CAMBIO DE ÉPOCA
A cada época de la humanidad le acompaña un gran avance, tan importante, como para generar un nuevo ordenamiento. Si la máquina de vapor modificó el curso de la historia a finales del siglo XVIII. ¿Cuál sería la máquina de vapor de nuestra época? Para Sassen, “algo que marca nuestra época a partir de 1980 es el auge de lógicas extractivas. Un ejemplo: la banca tradicional es comercio, vende dinero por un precio. Las altas finanzas que hoy en día dominan (…) son extractivas extraen, extraen, extraen. Por eso, acumulan un nivel de riqueza que no se puede contar en términos de dinero”.
Para entender más fácilmente, puso el ejemplo de la deuda estudiantil en Estados Unidos. Ésta se sitúa cerca del trillón de dólares (en países anglosajones se utiliza la escala numérica corta para referirse a los números. Mientras que en países de habla hispana nos expresamos según la escala numérica larga, que equivaldría a 1 billón de dólares). Y fue acaparada por empresas dedicadas a las altas finanzas. El congreso norteamericano aprobó una ley en la que dicta que esa deuda no prescribe y se hereda a hijos o familiares. Este es un ejemplo de cómo estas organizaciones trabajan, con el poder suficiente de modificar leyes para imponer su modelo.
“Una concentración grande de valores que sean positivos o negativos. El sistema financiero puede trabajar con eso”. Explica Sassen en referencia a cómo trabajan estas organizaciones que tienen la “capacidad de tomar un negativo y hacerlo trabajar positivo. Pero ese negativo se vuelve más negativo aún porque estos estudiantes nunca se van a liberar de esta deuda”.
CASO ARGENTINO: ¿QUIÉN TIENE LA PROPIEDAD DE LA DEUDA?
“Si la deuda modesta de hogar está en manos de una pequeña banca local de ese mismo barrio, de esa misma ciudad, hay esa especie de alguien gana pero ganan todos. Ganan también los que tomaron la deuda. Pero si esa deuda le pertenece a un banco en otro país, no hay nada de positivo en eso. Esto es un ejemplo muy simple de lo que está pasando en una escala global en términos de quién tiene la propiedad de las deudas de los hogares más modestos”. Referencia al incremento de compra de deuda pública por parte de fondos de inversión internacionales. Al fin y al cabo, la deuda pública es la deuda de toda la población de un país.
A finales de 2001, Argentina incumplió pagos por valor de 132 mil millones de dólares en préstamos ante la incesante crisis económica que en ese momento atravesaba. Datos de la época situaban el descenso en un 28% del Producto Interno Bruto (PIB), el desempleo en más de un 20% y el 57,5% de los argentinos vivían en situación de pobreza. El país decidió reestructurar su deuda pública y llegó a un acuerdo con el 93% de los acreedores. El acuerdo contemplaba el pago de la deuda cuando economía se recuperase descontando dos terceras partes del valor de los bonos. Pero entre ese 7%, que no aceptó, están los fondos de inversión como NML Capital que compraron bonos muy baratos bastante tiempo después de efectuar el incumplimiento de pagos. Estos fondos recibieron el apelativo buitres por comprar deuda en un momento extremadamente difícil apoyados en abogados y grupos de presión que forzaron acuerdos.
En 2012, la corte de justicia de Nueva York se pronunció al respecto con el fallo del juez Thomas Griesa. Condenó a Argentina al pago de 4.65 mil millones de dólares. Lo que suponía un retorno de más del 1500% de su inversión inicial. Al final, en 2016, se alcanzó un acuerdo de pago por valor de 2.3 mil millones de dólares. Suponiendo un rendimiento del 1180% por una inversión inicial de 177 millones de dólares.
CAMBIO DE PARADIGMA
En 2007 se desató la mayor crisis de confianza y liquidez desde la II Guerra Mundial. Todo empezó al explotar la burbuja de las hipotecas subprime (modalidad en la que se concedió crédito hipotecario a personas de escasa solvencia a tipos de interés altos). Esto propició la caída del gigante de inversiones Lehman Brothers. El colapso de los mercados financieros obligó a la Reserva Federal (Fed) y al Banco Central Europeo (BCE) a inyectar cientos de miles de millones de dólares.
Ante la crisis económico financiera y la quiebra de la banca privada, muchos países se vieron obligados a pedir un rescate para “sanear” su sistema financiero. Esto provocó que en economías como la griega, española, portuguesa, etc… la política económica fuera dictada por representantes de la gran banca, principalmente alemana, a la que llamaron troika.
La crisis tuvo un fuerte impacto social ya que se destruyó empleo de forma acelerada. En España, en el año 2012, se alcanzó el 25,77% de desempleo o el equivalente a más de 6 millones de personas. Consecuencia, que muchas familias no pudiesen pagar sus hipotecas y fueran desahuciadas de sus propias casas.
“Lo que no se menciona suficientemente es que en los diez años de esa historia se hizo muchísima riqueza para los que supieron cuando salir. Fue un instrumento extractivo (…) usaron casitas no como casitas. A través de la matemática algorítmica lo puedes transformar todo como en una especie de campo lleno de materialidades, un banco, un techo, etc… Esto no tiene nada que ver con economía”. Prosigue “las casitas ya no existían, las casitas se habían transformado en algo material. Entonces tenías un instrumento financiero que tenía algo material. Así destruyeron 14 millones de hogares (en EE.UU.)”. Concluye “este es un instrumento nefasto”.
“Una segunda modalidad es la escalada de esa primera modalidad, las casas ricas. Ahora ya salió con las casas pobres, ahora vamos a probarlo con edificios (…) En Manhattan, Londres, París, Milán ves torres de lujo vacías. Esas torres vacías generan más plusvalía que si estuvieran ocupadas”. Comenta, que de momento son pocos los edificios que operan de esta manera. En Nueva York son cinco grandes edificios, pero ¿Qué significa eso? A través de la matemática algorítmica “el gran edificio vacío genera más plusvalía porque se convierte en una materialidad. Nosotros vemos un edificio vacío pero la realidad ya no es esa”.
Para terminar su ponencia la profesora Saskia Sassen, concluye: “El periodo corriente viene muy marcado por lógicas extractivas y estas lógicas extractivas van mucho más allá de lo que generalmente asociamos con lo extractivo como la minería. Esto ha entrado en una condición muy sofisticada a través de la matemática algorítmica. (…) Lo que nosotros vemos, las materialidades que vemos no son necesariamente la real actividad que está pasando. Este es un desafío para nosotros, los investigadores. ¿Cómo hacemos la conexión cuando no hay visibilidad?”
CONFERENCIA MAGISTRAL COMPLETA